Opinión

Grilletes del padrón autóctono

Por Juan Antonio Domínguez No permitir empadronarse, aparte de vulnerar los derechos más básicos del ser humano, afecta a toda la vecindad, porque habrá menos población empadronada de la real, y por tanto menos fondos públicos de los que le ...

Por Juan Antonio Domínguez
No permitir empadronarse, aparte de vulnerar los derechos más básicos del ser humano, afecta a toda la vecindad, porque habrá menos población empadronada de la real, y por tanto menos fondos públicos de los que le ...

No permitir empadronarse, aparte de vulnerar los derechos más básicos del ser humano, afecta a toda la vecindad, porque habrá menos población empadronada de la real, y por tanto menos fondos públicos de los que le corresponderían, para hacer lo que tiene que hacer el ayuntamiento: cuidar de sus vecinos, de todos sus vecinos.

La ignorancia nos pone grilletes. Antes de rasgarnos las vestiduras, ¿sabemos las funciones de un padrón? Aparte de la escolarización de los hijos, los impuestos y la obtención de recursos del municipio en función del nº de habitantes, en la mayoría de las gestiones u obtención de servicios, con dar de palabra una dirección postal válida es suficiente ¿ o alguien lleva el certificado del padrón para cambiar de ambulatorio ?.

Un emigrante, prioriza su movilidad en función de si hay trabajo y/o red social, y en situación de irregularidad además son los dos únicos puntos de anclaje para no naufragar, por lo que el papel del padrón le puede servir para hacer un cartucho donde meter adobo.

Además negar el padrón, es un altavoz para promocionar nuevos nichos de marginalidad que nos afectan o vamos a sufrir todos los vecinos. ¿Alguien ha pensado que no permitir el empadronamiento facilita el fomento de los pisos patera, y camas calientes?, pues ya no cantarían las cifras de empadronados en un mismo piso. ¿Alguien se le ha ocurrido pensar que el chiquillo que no puede ser escolarizado va a vagabundear mientras sus padres están en el tajo comiéndose el adobo del cartucho?, adobo de pescado podrido, que los autóctonos xarnegos conocieron pero que ya no comen.

¿Qué se logra con esta medida? ¿Viciar el clima multicultural de Vic, a ver que ocurre, como experimento socio-político en tiempos de crisis, donde los ciudadanos regulares de Vic son la muestra control y los irregulares a la que inyectan el veneno?, ¿ apuntalar el tripartito actual de cara a las elecciones, ya que con ideas más retorcidas y casposas, le pisa los talones al Sr. Alcalde, otra formación, aspirante al triunvirato?

*Juan Antonio Domínguez,

miembro del Partido Familia Intercultural