La Constitución Española no trata a todos los españoles por igual, unos son de primera, otros son de segunda, y otros como el de Canarias, son de tercera.
En el territorio Continental, de primera son las comunidades autónomas de Euskadi, Cataluña, Galicia y Andalucía. El resto de comunidades autónomas, son de segunda, excepto Canarias, que como territorio español de ultramar, le corresponde la tercera categoría, a lo que es lo mismo, un Estatuto de Autonomía semi-colonial.
A los de primera les permiten la consulta popular sobre su propio Estatuto de Autonomía, como última expresión de la voluntad de sus ciudadanos, a los demás se les niegan tal derechode consulta popular. ¡Y Canarias!, ni siquiera se le reconoce su condición de agrupamiento de islas, que impidan que entre unas de otras, existan espacios marítimos internacionales. Cuando esos espacios marítimos pueden unirse con las islas, formando una realidad jurídica, dentro de la unidad territorial del Estado Español.
Ya entrando en el Estatuto de Canarias, las contradicciones superan lo esperpéntico: queremos ser un archipiélago atlántico sin Derecho Marítimo Aplicado. Ya dirán esos sabios ponentes, cual será su reconocimiento y aceptación para que sea respetado por todos los estados del mundo.
Mientras otros reivindican la definición de nación o nacionalidad, nuestros representantes no saben reivindicar para Canarias, el Derecho Marítimo para definir nuestra realidad territorial. ¿O sí, pero no se atreven?. Pues digan la verdad, que no es otra que la de ser colaboracionistas en contra de los intereses de la canariedad.
No necesitamos que en el Estatuto Canario, entre o no, el hecho de nación o nacionalidad, como tampoco las estrellas verdes. Esos conceptos no le dan a Canarias una mayor carta jurídica, que por otro lado, son hechos que están plenamente asumidos por la gran mayoría de la sociedad canaria.
La primera razón por la que debemos de luchar en éstos nuevos Estatutos, es por la definición territorial desde el marco jurídico correspondiente a nuestra realidad archipelágica, a partir de ahí, el techo competencial sobre el territorio y los espacios marítimos-aéreos vendrán por las definiciones políticas aplicadas desde la Constitución Española.
Este sería el camino para no ser una Comunidad con Estatuto de tercer grado, o lo que es lo mismo, un Estatuto Colonial. Y para mas INRI, elaborado por autonombrados nacionalistas canarios.
El Presidente
Antonio Rodríguez de León