Salió a correr, como hacía casi a diario, solo que él 22/07/09 decidió no volver.Su inseparable Marga le encontró rato después en uno de los bonitos parajesque recorría por la zona de La Asomada y La Geria.Podría imaginar ...
Salió a correr, como hacía casi a diario, solo que él 22/07/09 decidió no volver.Su inseparable Marga le encontró rato después en uno de los bonitos parajesque recorría por la zona de La Asomada y La Geria.Podría imaginar que encontró basura en algún camino y se cabreó, o pensó en la crisis turística que padecemos, o en las vergüenzas políticas que tanto perjudican continuamente a nuestra isla, o por la injusta situación que están pasando amigos personales como Carlinga o Fernando.
Había tantas razones para estar alterado que cualquier cosa para una persona perfeccionista, seria, justa, exigente, de corazón como era Hugo, fue suficiente para bloquear su cerebro. De allí al hospital,donde donó sus órganos, de pura sangre, para salvación de algún afortunado. Y directo al cielo. Es de justicia agradecer el buen trato y profesionalidad recibidos por todo el personal del Hospital General.
Esa noche me tocó el terrible papel de decir a los amigos que Hugo, recién cumplidos los cuarenta, había decidido abandonarnos. En el velatorio todos los amigos del Caletón con lágrimas en los ojos; Menty, Carlos, Jaime, Manolo, Federico, Pope, Airam, Miguel, Alejandro, Ricardo, estaba de viaje pero seguro que también lloró donde se encontraba. Al igual que Fernando, que es como si estuviese de viaje, pero lloró, seguro que lloró cuando se lo dejaron saber. Y con nosotros muchos familiares y muchísimos amigos más. También toca agradecer aquí al párroco de Tías, su pronta respuesta a la tardía solicitud para celebrar la misa.
Con Hugo pasé mi infancia, adolescencia, juventud y hasta la poca parte de madurez que ya tenemos. Fue el amigo perfecto, leal, de esos que estaba allí cuando realmente se necesitaba. Eso nunca se agradece lo suficiente. Simplemente estará siempre en mis oraciones y memoria. Fuimos muy felices juntos.Aquel grupo de amigos que coincidió en la zona llamada Caleton del Barranquillo fue tan afortunado y tan plenamente feliz que esta marcha tan precipitada nos ha dejado trastornados.
Pasado ya el primer momento de tristeza, hay que quedarse con la parte positiva: La suerte que tuve de tener a Hugo como amigo. Un privilegio. Gracias Hugo por tantas risas, discusiones, charlas, viajes, momentos inolvidables.Siempre admiré tu responsabilidad, perseverancia, perfeccionismo, convicciones, tu continua exigencia personal de ser mejor persona.
Últimamente con tanto follón político en el que me ha dado por meterme, había tenido poco tiempo para disfrutar de tu amistad, pero ni en eso me puedo quejar, pues hemos pasado tanto tiempo juntos que no sería justo. Cuando hace dos años me tocó mi primer mitin, sudando y lleno de nervios, salgo al estrado, y allí estaba sentado entre otros mi amigo Hugo, menciono esto; porque los amigos de uno no tienen por qué compartir lógicamente las creencias o batallas políticas, máxime cuando ni era del PIL, ni era partícipe de mi opinión de Dimas Martín, pero estaba allí para apoyar a su amigo, y eso por supuesto es inolvidable.
Hugo fue hace quince años la mayor y mejor esperanza de Lanzarote para hacer un papel destacado en el Ironman. Por condiciones y entrenamiento así era. Quizás su alto grado de auto exigencia jugaba en su contra. Para mí siempre fue un hombre de hierro, un amigo en quien sólida y seguramente podía confiar. Como amigo, en reconocimiento, te ofrezco la medalla de oro al Ironman de la amistad. Mientras viva estarás en el recuerdo, y somos muchos los que te recordaremos. Gracias. Descansa en paz.