Una de las consejerías del Gobierno canario, prácticamente la única, que dejó buenas consignaciones de dinerito contante y sonante para Lanzarote, fue la de Turismo en tiempos de nuestro paisano, Juan Carlos Becerra, así fue y así ...
Una de las consejerías del Gobierno canario, prácticamente la única, que dejó buenas consignaciones de dinerito contante y sonante para Lanzarote, fue la de Turismo en tiempos de nuestro paisano, Juan Carlos Becerra, así fue y así hay que reconocerlo, fueron unos buenos miles de millones de las antiguas pesetas que contribuyeron sobre todo a un hermoseamiento de la capital, Arrecife, aunque bien es verdad que al final dejaron obras empantanadas, tanto en los barrios (San Francisco Javier y Altavista) como en el mismísimo frontispicio marino de Arrecife, el Islote del Amor o de Fermina -no de La Fermina como a veces se apunta equivocadamente-, algunas de ellas, las de Altavista, se han finalizado, quedando algunos flecos en San Francisco Javier y, por completo, lo del Islote. Ahora surge nuevamente eso del Islote del Amor, pero da la fundada impresión de que con menos "amor" que en el proyecto inicial, hay por lo visto divergencias de criterio entre el proyecto inicial, hay por lo visto divergencias de criterio entre el proyecto de César Manrique y el que diseñara en su día el arquitecto conejero, Carlos Morales, y parece ser -al menos eso se dice- que se van a seguir las pautas dictadas en su día por César, esperemos que no sea para ahorrarse equis millones del presupuesto inicial sino que sea una u otra la fórmula escogida se ciña a la categoría y al presupuesto del que se disponía ¡esperemos!
Pero de esas obras del PIT del tiempo de don Juan Carlos han pasado ya sus buenos años y lo que todos nos preguntamos es si ahora, con un nuevo Consejero también de Lanzarote -don Manuel Fajardo Feo- ese Plan de Infraestructuras Turísticas no se va a reeditar para el menos que nuestra Isla disponga de ingresos extra dentro de ese criterio paupérrimo que el Gobierno canario ha venido aplicando durante años a la hora de repartir los dineros presupuestarios. Durante el tiempo en que el Sr. Herrera, titular hasta hace poco del departamento y majorero de origen, se fueron dando largas a esa nueva edición del PIT, alegándose, entre otras cosas, que aquí no se habían presentado proyectos en condiciones para una nueva inversión ¿cierto o simple disculpa por falta de voluntad inversora? Fuere como fuere creemos que es ahora el momento en que nuestro paisano, Sr. Fajardo, decida impulsar nuevamente ese esfuerzo inversor en Lanzarote, que muchas y necesarias obras precisa nuestra Isla en ese campo de la mejora de nuestro horizonte turístico. Ahí está pues el desafío, el reto, que nuestro representante tiene planteado, deseamos y esperamos que su acción se concrete en importantes realizaciones del PIT y que de alguna manera nos resarza de la cicatería inversora a que el Ejecutivo canario nos tiene acostumbrados.