Asistimos estos días al esperpento gubernamental elevado a la máxima potencia en la ciudad de Arrecife. Caos: así podría definirse la situación actual de la capital de Lanzarote provocada por un Ayuntamiento sin técnicos, con un grupo de gobierno encabezado por la alcaldesa socialista, Eva de Anta, más de cinco años como concejal de Servicios Sociales y un año ya como máxima responsable del Ayuntamiento de la tercera capital de Canarias.
Arrecife es hoy en día una ciudad sumida en graves pérdidas económicas de sus comerciantes, en un terrible colapso de tráfico y absoluta falta de aparcamientos, una ciudad sucia, sin orden, en la que lo mismo funcionan los semáforos, o igual no, y en la que, desastrosos pleitos aparte, la institución más cercana al vecino y que debe velar por su bienestar tiene a gobernantes como Eva de Anta, con ocurrencias como ubicar el nuevo centro de salud de Argana en el Pabellón deportivo del barrio, que por cierto lleva años cerrado y es parte de otra de las curiosas piezas que los socialistas nos dejaron en Arrecife con su brillante gestión en Deportes.
Incompetencia, dejadez, desidia, negligencia,… ¿A alguien se le ocurren peores decisiones que las adoptadas en este primer año de Gobierno por la alcaldesa de Arrecife? Ni entrenándose, usando un símil deportivo. De la sinrazón del cierre de la Avenida Marítima, cuya consulta popular ni está ni se le espera, al grave problema de la vivienda que, de no solventarse, convertirá más pronto que tarde a la ciudad en la nueva Ibiza de médicos pernoctando en coches o cabinas con tal de poder ocupar la plaza designada. No hay alquiler disponible. Ninguno. El precio de la vivienda crece en Arrecife muy por encima de la media canaria. Todos se apuntaron al alquiler vacacional y, mientras, los afectados acampan en el propio Ayuntamiento pidiendo soluciones a una alcaldesa que ha sido tachada de mentirosa e insolidaria hasta en tres ocasiones esta semana y que ha negado lo evidenciado por el Gobierno de Canarias, que Arrecife sí posee en realidad viviendas libres y vacías, pero que el Ayuntamiento no ha querido o no ha sabido entregárselas a las personas y familias más necesitadas. ¡Deplorable! Pero luego el PSOE abandera los derechos humanos y es el adalid de los servicios sociales. Claro, claro.
Tras el momentazo del minitren turístico, los agentes de la Policía Local han recibido instrucciones de su concejal en jefe para que controlen a cualquier vehículo que entre por una zona que, camino del año de su apertura, sigue estando restringida al tráfico rodado. A juzgar por la sangría de multas de esta semana en estos rigurosos controles, después del periodo de información, la medida del cierre tampoco se termina de respetar o de conocer en la mayoría de los casos.
Y todo a pesar de que la mayoría del Pleno del Ayuntamiento aprobó la reapertura al tráfico de la Avenida, decisión reclamada también por dos de los grupos que sostienen un pacto que a punto estuvo de saltar por los aires, Coalición Canaria y Partido de Independientes de Lanzarote. Una más que obstinada, antidemocrática y ¿mal asesorada? alcaldesa se niega a cumplir el requerimiento del pleno de la Corporación. Claro que cuenta, y por ello lo hará, con un ilustre asesor como el gran ideólogo Carlos Espino. La excusa para no abrirla sigue siendo, como ha defendido en numerosas ocasiones la alcaldesa socialista, Eva de Anta, que está a la espera de un informe técnico que no termina de llegar ni al que tampoco se le espera ya.
Además del estropicio económico que está causando a comerciantes, con un tercio de establecimientos desaparecidos por no poder aguantar tal agonía, ahora el cierre de la Avenida afecta también al Club Náutico, al Arrecife Gran Hotel y a los turistas que vienen a visitar y hacer sus compras confiados en encontrarse con una capital a la altura de esta isla Reserva de la Biosfera, pero que se encuentran con una ciudad que se le puede calificar de todo, menos “amable“, como se inventa la alcaldesa. Por orden de la alcaldesa y con amenaza de sanción, ni los socios del primero, ni los clientes del segundo, ni los cabreados terceros, podrán transitar por la Avenida. Tampoco para acercarse a recoger o dejar un cliente a la puerta del Gran Hotel. ¿Afán recaudatorio u obsesión compulsiva de la alcaldesa? Ahora obliga a socios y turistas a acceder a su recinto caminando o a través del aparcamiento subterráneo, cuando desde hace décadas estas entidades disponen de su propio aparcamiento. El pulso que doña Eva de Anta parece que quiere echarles a sus socios de gobierno, a la oposición y a los ciudadanos de Arrecife está matando el corazón de la ciudad.
Sin plan de movilidad, sin alternativas para la peatonalización [tendencia deseable por otro lado, pero siempre que sea posible], con cada vez menos aparcamientos públicos y con unos comerciantes hasta el moño, difícil de defender un plan que la alcaldesa parece haberse marcado como hoja de ruta.
Como hay pocas reivindicaciones sobre Sanidad en Lanzarote, el Gobierno de esta ciudad propone ahora situar de forma provisional el centro de salud de Argana en el Pabellón de Deportes. ¡Un respeto para sus conciudadanos señora alcaldesa! ¿Eso es realmente lo que cree usted que merecen sus vecinos? ¿Qué le hemos hecho para que nos trate así? Podría al menos atender las reiteradas solicitudes de vecinos, colectivos y otras entidades como el Club Náutico para cursar audiencia. Escuche a los ciudadanos, señora alcaldesa. No a quien se le acerca con el oportunismo de siempre.
La ciudad se está volviendo insegura y huele mal. Mientas, el Centro de Mayores sigue cerrado, el Ayuntamiento permite un lamentable trato de la empresa privada de asistencia domiciliaria y los Servicios Sociales municipales están inoperativos. Tufo. Y más suciedad, por mucho que Tomás Fajardo [otro defensor de la autonomía del Puerto de Arrecife y si te he visto no me acuerdo], la alcaldísima y Urbaser nos vendan con fotos esa moto que ya no se cree nadie.
Esta semana, incluso los vecinos del centro de Arrecife han registrado escritos en el Ayuntamiento denunciando el estado lamentable y de abandono en que se encuentra el propio centro de la ciudad. Entre otras deficiencias, citan el mal estado de las aceras, la inexistencia de pasos de peatones, el deficiente estado de la señalización vial, el precario estado de la red de saneamiento y canalizaciones en general, el nulo o ínfimo mantenimiento de las farolas, el repunte de la inseguridad en la zona, la falta de aparcamientos y la deficiente limpieza. No lo dice el PP. Lo dicen los vecinos, los comerciantes, los turistas, empresarios, colectivos,… Y mientras la alcaldesa enfadada porque no fue invitada a un acto del PP en Arrecife, …
Desde el PP proponemos alternativas al problema de la Avenida: semáforos cuadrados, bolardos intermitentes, la propia apertura definitiva al tráfico de la Avenida, permitir la circulación solo en horarios determinados…. Dinamizar la ciudad no fue sencillo, pero los socialistas pueden tomar ejemplo del trabajo que desarrolló en su día Cándido Reguera. Para solucionar el resto de problemas, volvemos a reivindicar un cambio de color político en este Ayuntamiento, para abordar los actuales retos de la capital solo hace falta algo de lo que adolece este grupo de gobierno, ganas de trabajar.
Como en el cuento de aquel rey que solo veía lo que quería ver, todos menos la alcaldesa parecen evidenciar el declive de esta maravillosa ciudad ahogada en un caos circulatorio. Sólo por un capricho personal de una concejal que llegó a la alcaldía de rebote y quizás y solo quizás no esté a la altura de las circunstancias de una ciudad que se ahoga en la desidia de este grupo de gobierno. Querida Eva de Anta, estás condenando a todos los arrecifeños, con este cierre de la Avenida Marítima, a que veamos con resignación que Arrecife se esta convirtiendo en la “crónica de una muerte anunciada”.
Por David Rodríguez, ex concejal del PP en el Ayuntamiento de Arrecife