Se acabó. El culebrón que desde hace unos meses ha mantenido en vilo al Gobierno madrileño y a la Generalitat catalana ha llegado a su fin. Después de analizarlo mucho, incluso demasiado, el magnate estadounidense Sheldon ...
Se acabó. El culebrón que desde hace unos meses ha mantenido en vilo al Gobierno madrileño y a la Generalitat catalana ha llegado a su fin. Después de analizarlo mucho, incluso demasiado, el magnate estadounidense Sheldon Adelson ha decidido instalar su macrocomplejo del juego en la capital de España.
Con esta noticia, la ex presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, dibujó una sonrisa en su cara que solo se disipó el día que anunció su decisión de dejar la política en activo. Las razones esgrimidas por la lideresa no parecen convencer a nadie, sin embargo, lo que está claro es que tendrá que ser Ignacio González el que lidie a partir de ahora con Adelson.
Será el hasta ahora vicepresidente de todos los madrileños el que decida si hace de su capa un sayo y deja vía libre para que el rico norteamericano campe a sus anchas por la legislación española. La tributación a Hacienda, la permisibilidad de fumar en el interior de los casinos, cuestiones para nada menores, deberán resolverse en un futuro próximo.
Además, tras la reciente regulación del juego online en España, el sector recibe con preocupación la noticia de la creación del complejo de Adelson, ya que, tras la donación de 10 millones de dólares que anunció en Junio para la campaña del candidato republicano a la Casa Blanca, MittRomney, ha conseguido poner a los [republicanos en contra del poker en línea.->http://www.pokerlistings.es/republicano-eeuu-contra-poker-online-96875]
¿Y qué pasa con Barcelona? La Ciudad Condal también se había postulado para acoger Euro Vegas. Finalmente, el presidente catalán, Artur Mas, se quedó con las ganas. O al menos eso parecía, porque solo unos días después de que se confirmara que la elegida era Madrid saltó a la palestra la noticia de que en la localidad catalana ser haría Barcelona World.
Es decir, otro macrocomplejo, en este caso más chico y con menor presupesto, algo menos megalómano, que pudiera competir con el madrileño. Será por envidia o simplemente porque para Mas es una gran oportunidad de hacer dinero y reactivar el mercado laboral, pero, lo que está claro es que, o mucho se tuercen las cosas, o la nueva meca del juego puede estar en España y supondrá una competición entre dos de las principales ciudades de nuestro país.