Hoy es el Día del Trabajo, un día que pocas mujeres en Lanzarote podrán celebrar porque nuestro principal nicho laboral es la hostelería y no podemos aspirar a librar en medio de un puente.
En esta entrada desgranaré muchas de las discriminaciones laborales que sufren las mujeres en nuestra isla, y es que cada vez que oigo los estudios que hablan sobre este tema me imagino a sus teóricos y teóricas sentados en uno de nuestros garitos tomando como ejemplo para su trabajo de investigación la vida de las lanzaroteñas.
Sí, nos guste más o menos, en Lanzarote sufrimos todas las discriminaciones laborales posibles e incluso sufrimos situaciones sociales que nos dificultan desarrollarnos profesionalmente. Cierto es que muchos de los problemas que narrare también son padecidos por los hombres, pero la realidad es abrumadora, las mujeres somos las más afectadas.
Conciliación familiar y laboral
Como ya se dijo el nicho laboral de las mujeres en Lanzarote es la hostelería, un trabajo con un horario laboral difícil de conciliar con nuestra faceta de madres, más que nada porque nuestras parejas encuentran trabajo también en la misma rama. Así visto no es un problema netamente femenino pero sí que nos afecta, ya que a la hora de coger al personal los prefieren a ellos que según la creencia popular son quienes no se toman bajas a causa de la crianza. Sabemos y por supuesto saben en el medio empresarial que discriminarnos por la maternidad es ilegal pero en Lanzarote también saben que nosotras no denunciamos porque esta isla es pequeña, todos y todas nos conocemos y denunciarlos sería cerrarnos definitivamente las puertas laborales. A mi me ha pasado, a mis amigas les pasó, en toda entrevista seremos interrogadas sobre la maternidad, de forma directa o solapada.
Aparte de esa situación nos encontramos con otro problema que nuestras instituciones no tratan de solucionar, es un hecho que nuestra mayor fuente de trabajo es la hostelería pero sus horarios no permiten la conciliación. Hoy es un buen día para pedir la creación de guarderías con un horario más flexible y como no, más económicas porque aquellas que existen con horario extendido cuestan casi lo que ganamos trabajando ( y digo que es un problema político porque en los pliegos de concesión de guarderías jamás he visto reflejadas estas condiciones). Tener un lugar adecuado donde dejar a los chinijos y chinijas cuando vamos a trabajar es sumamente difícil si una persona no cuenta con una red familiar o social potente. Muchas de nosotras no contamos con ella y a la hora de elegir quién se queda en casa al cuidado de la familia somos las elegidas.
De nada sirven tantas estadísticas de empleo en Lanzarote si las instituciones no son capaces de leer con perspectiva de género y preguntarse cómo solucionar que las mujeres sean las principales poseedoras de contratos precarios o lo que es peor, que seamos la parte de la población activa que ya no busca empleo. Son necesarias soluciones porque tanto asfaltado generalizado en la isla no hará que nuestras mujeres puedan incluirse en el mercado laboral.
Discriminaciones de género
No seamos hipócritas diciendo que no existen, es cuando menos curioso encontrar detrás de un mostrador atendiendo al público, a una mujer excedida en peso o una mujer sin maquillaje, cuanto más de lujo sea la tienda en cuestión, más se nota esta diferencia. Los hombres con barriga cervecera no sufren esta discriminación, a ellos no les exigimos belleza.
También existe un estereotipo social que determina que la mujer enamorada solo se ocupa de su pareja y deja de ser productiva, quizás muchas personas lectoras no lo sabían (incluida yo hasta hace bien poco) pero el mundo empresarial en Lanzarote no solo la conoce, sino que utiliza esta premisa, para pedir a sus trabajadoras que no tengan pareja. Resulta increíble pero ya me han narrado esta experiencia dos mujeres jóvenes, mujeres que por inexperiencia y necesidad de trabajar tuvieron que ocultar su vida personal ante la amenaza de perder su trabajo. Parece ficción pero es real, esto sucede hoy en día en Lanzarote. ¡Les exigen a nuestras jóvenes que renuncien incluso al amor! Lo hacen sabiendo que no podrán denunciar por dos motivos fundamentales: la coacción es verbal, no pudiéndose demostrar y lo más importante no quieren cerrarse su futuro laboral en la isla (recuerden que la isla es pequeña).
Ya para terminar hablemos de aquellas mujeres que logran pasar el famoso "Techo de cristal" y llegan a ocupar un puesto de poder entre hombres que no lo aceptan. Nos sorprenderíamos de la cantidad de mujeres que han llegado a nuestros centros de salud a causa de sufrir Mobbing Laboral en nuestra isla, mujeres que han denunciado y como respuesta consiguieron un cambio de ubicación dentro de su empresa, mujeres que tuvieron que abandonar porque no pudieron conseguir pruebas. No ocurre tan lejos, no es un problema menor, es nuestra realidad y a causa de ello muchas de nosotras no nos animamos a escalar profesionalmente.
Todo lo narrado existe en nuestra isla, estoy convencida que si lanzamos un ·#metooempleofemeninolanzarote surgirían muchas historias cuando menos acojonantes y quizás, no sería una mala idea para un día como hoy? porque más que festejar las mujeres lanzaroteñas hoy deberíamos defendernos.
Por Victoria Sanz