Hace unos días me refería a mi mala suerte con la Seguridad Social en lo relativo a las listas de espera. Para mi gran sorpresa, ese mismo día vi publicados en toda la prensa los datos facilitados por el Servicio Canario de Salud, referidos al Hospital General de Lanzarote, donde se venía a decir, prácticamente, todo lo contrario de lo que yo manifestaba: las listas de espera se han reducido considerablemente, no existe masificación y concretamente el Servicio de Cardiología ha disminuido de forma notoria sus listas de espera para atender a los pacientes.
Pienso que alguien me está tomando el pelo; porque si me dicen a través de la prensa que el Servicio de Cardiología ha reducido notoriamente sus listas de esperas y por otro lado me dicen que la revisión que me correspondía en septiembre se retrasará siete u ocho meses.... ya me dirán ustedes la cara que se ha quedado.
La capacidad de nuestros dirigentes para hacernos comulgar con ruedas de molino sólo tiene una explicación: definitivamente se creen que somos tontos; nosotros nos podemos quejar, protestar, aportar datos... pues nada, eso no existe, sufrimos alucinaciones, lo que cuenta son sus datos y en vista de ellos tenemos que estarles profundamente agradecidos de lo bien que nos tratan.
Si tuvieran un mínimo de dignidad nos dirían la verdad tal como es: señores estamos saturados, no tenemos médicos, el espacio es insuficiente y por lo tanto tienen ustedes que resignarse porque esto no tiene visos de cambiar. Por lo menos diríamos: pues mira, esto es lo que hay; pero es que, con lo que nos dicen oficialmente, no podemos pensar sino que nos consideran tontos de remate, que nos pueden mentir y falsificar datos y que nosotros, dócilmente, vamos a tragárnoslos; y esto realmente sí fastidia por no decir otra palabra mas grave.
Esa pretendida reducción de las listas de espera puede tener otra explicación lógica: las personas que se van a la medicina privada cuando ven que le dan cita para dentro de seis o siete meses y que por lo tanto renuncian a la Sanidad Pública; recuerdo
una anécdota que me ocurrió en la Clínica de San Roque de Las Palmas: acudí allí con mi mujer para que le hicieran una determinada prueba, que en la Seguridad Social hubiera tardado seis meses, y mi sorpresa fue que, al llegar a la sala de espera de esa clínica, la inmensa mayoría de los que allí estábamos éramos de Lanzarote; empezamos a hablar, porque muchos nos conocíamos y todos llegamos a la misma conclusión: si voy al médico de cabecera de la Seguridad Social, me dice que puedo tener tal o cual cosa, me manda al especialista y me dan hora para dentro de seis meses, ¿qué hacemos? Pues viajar a Las Palmas, ir al médico privado, que suele ser el mismo de la Seguridad Social, nos envía unas pruebas determinadas para poder diagnosticar y allí nos reunimos todos en la Clínica de San Roque para que nos hagan esas pruebas.
Eso es evidente y nadie puede rebatirlo porque ha existido, existe y seguirá existiendo, mientras a una persona le digan que no saben lo que tiene y que el especialista tardará seis meses en atenderle; y eso por mucho que nuestros dirigentes sanitarios quiera ocultarlo o desmentirlo; el que tiene dinero y puede, en estas circunstancias, se va a Las Palmas, Tenerife o donde haga falta, porque como se ha repetido hasta la saciedad la salud es lo primero.
En fin espero no tener que darles más la tabarra, pero por favor por lo menos no nos provoquen, no nos tomen por más tontos de lo que ya somos; porque mal esté que uno lo sea, pero encima que no se recochineen de ello.
Manuel Meca, abogado