El espectáculo que ha ofrecido en estos días Coalición Canaria, enchufando sin tapujos a sus concejales de Arrecife, víctimas colaterales del pacto con el PP en el Cabildo, solo puede calificarse de bochornoso.
Cuando parecía que Pedro San Ginés no podía superar la desfachatez de planificar el territorio en beneficio de sus padrinos, colocar a sus amigos en las cúpulas técnicas del Cabildo, comprar inmuebles a propietarios allegados con cargo al erario público o adjudicar plazas a compañeros de filas a través de concursos de difícil digestión... va e inaugura en Lanzarote la recolocación clásica vía puerta giratoria.
Era vox populi entre la prensa y la gente más próxima a la familia nacionalista que los ediles de Coalición no eran proclives a dejar Arrecife.
Pero fue suficiente que al toque de pito de San Ginés se sumaran tentadoras ofertas laborales para que la traición al electorado y a la ciudad se consumara. Sin dilación y sin el menor sonrojo.
Si el caudal de votos venía adelgazando para los de Coalición en Arrecife, el mercadeo de sueldos y la irresponsabilidad exhibida hacia el Ayuntamiento, abandonado por pura estrategia partidista, terminarán por minar definitivamente la confianza en sus siglas.
Y no solo en Arrecife. Pedro San Ginés y Fernando Clavijo, complices necesarios en esta farsa política, pagarán también la factura de un gesto de difícil comprensión para la nueva ciudadanía.
Por David Duarte, secretario general PSOE Arrecife