Opinión

Confundir cuando no se puede convencer

Por Luis Pérez Aguado Resulta sintomático que aquellos dirigentes que anularon los contenidos canarios en las escuelas se acuerden hoy del alma canaria y lleven la entidad de este pueblo como bandera permanente. Se les llena la boca cuando, sin coste ...

Por Luis Pérez Aguado
Resulta sintomático que aquellos dirigentes que anularon los contenidos canarios en las escuelas se acuerden hoy del alma canaria y lleven la entidad de este pueblo como bandera permanente. Se les llena la boca cuando, sin coste ...

Resulta sintomático que aquellos dirigentes que anularon los contenidos canarios en las escuelas se acuerden hoy del alma canaria y lleven la entidad de este pueblo como bandera permanente.

Se les llena la boca cuando, sin coste alguno por su parte, exigen a los demás que hagan lo que ellos no han sido capaces de resolver. Ponen el grito en el cielo, siendo conscientes de que ello es lo que quiere la mayoría, cuando otros -lo compartamos o no- ensu derecho a la huelga causan trastornos al resto de los mortales ¡Qué fácil es pregonar lo que los demás esperan que se diga en lugar de poner el cerebro a trabajar y ofrecerse a negociar, por ejemplo, para buscar un camino que satisfaga a las partes! Hablan de incentivar a las empresas que empleen a los nacidos en las islas y exigen que los empresarios se arriesguen y creen puestos de trabajo cuando estos mismos regentes sin conciencia no se cortan un pelo a la hora de destruir empleo.

Debe fallarles la memoria pues no quedan tan atrás los tiempos cuando, en los centros educativos de las islas, estos mismos que continúan marcando las directrices educativas eliminaron plazas en los equipos de Orientación y en Pedagogía Terapéutica,suprimieron cursos de idiomas,eliminaronlenguas en todos los niveles,liquidaron numerosos ciclos formativos, suprimieron los grupos flexibles y los apoyos educativosen Lengua y Matemáticas, reestructuraron a los alumnos con necesidades especiales con el único fin de ahorrar profesores,y, abusando del poder, argumentando que eso es la política, siguen sin cubrir las bajas por enfermedad del personal en sanidad y en los centros educativos...

Esta misma semana, las Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos de Tenerife denuncian que la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias ha dejado de cubrir, en los dos trimestres que lleva el curso escolar 3.633 plazas. Los cálculos de las AMPAS coordinadas de Tenerife incluyen que, frente al curso pasado, este curso en infantil, primaria y secundaria se han producido 1.145 nombramientos menos. Por su parte, el sindicato ANPA, cifra en 2.772 las bajas de docentes sin cubrir en los dos últimos años. La Consejería, por el contrario, se defiende, diciendo que se siguen los protocolos. Los suyos, claro, los que se han inventado para ahorrar dinero aunque sea en perjuicio de los alumnos canarios que también tienen alma.

Buena estrategia la de confundir cuando no se puede convencer. Lo que está claro que la política de reducción sistemática en la educación canaria está dejando en pañales a la escuela. Eso, por muchos millones de euros que se gasten en publicidad para hacernos creer lo contrario. Por muchos protocolos que se inventen; visitas cariñosas a las escuelas con fotógrafos y cámaras televisivas incluidas, que dejen bien patente el amor que nuestro representantes sienten por nuestros infantes, mientrasdesmontan pieza a pieza el sistema de instrucción pública.

Eso, por muchosprogramas de radio con sonrisas Profiden rodeados de niños y niñas, mientras que, con sus actuaciones y puñaladas traperas se les está quitando a esos inocentes toda posibilidad de desarrollo, demostrando que el éxito o el fracaso de los alumnos no es más que un daño colateral de una política enferma. Esa es la triste realidad, la única verdad. Pero mucho nos tememos que cuando queramos hacer algo ante la fealdad de las mentiras, ya sea demasiado tarde.

Un espeso telón está cayendo ante nuestros ojos. Tal vez con nuestra complacencia. Acaso nuestra sociedad, que permanece impasible ante estas situaciones, piense que le pasará lo que al pez cuando nada contra corriente?que muere electrocutado. ¿Espera, quizás, una querella si denuncia al político todopoderoso? No debe tenerlas todas consigo cuando no lo hace. Pero es hora de preguntarse silo que pretendemos del futuro es una sociedad narcotizada yabúlica. De no ser así habremos de plantar cara y decir que no nos gusta. Salvo que aceptemos el que sean nuestros hijos, sus hijos, unos jóvenes resignados, de rostros anémicos, en cuyas manos- débiles, disformes, sin orientación ni cultura- recaerá por ley natural el peso del futuro. Ellos serán ?ya lo están siendo- las primeras víctimas.