A la alcaldesa socialista de Arrecife no se le ha ocurrido otra cosa que colorear la avenida Marítima con el fin de aumentar el número de peatones de la zona y que los vehículos transiten a menor velocidad rompiendo visualmente la idiosincrasia y singularidad de nuestra envidiable marina. Toda una ocurrencia que solo puede venir de una alcaldesa que frente a cumplir acuerdos plenarios que por mayoría han decidido que la avenida Marítima tiene que abrirse al tráfico, prefiere coger botes de pintura de colores y colorear una avenida que pide a gritos dinamización, revitalización y sobre todo sentido común, algo de lo que carece el PSOE en Arrecife. Sentido común y palabra es lo que le falta a un PSOE que ni siquiera ha sido capaz de cumplir con su consulta a la ciudadanía en nombre de la cual dicen actuar cuando adoptan decisiones de forma unilateral.
Las obras de la avenida Marítima tenían un fin, y ese fin era revitalizar esa zona desde el punto de vista comercial puesto que la subvención europea establecía que los fondos destinados a Zonas Comerciales Abiertas tenían un objetivo, reforzar e impulsar zonas comerciales. En el caso de Arrecife ha ocurrido totalmente lo contrario, han destruido el comercio que se encontraba en la avenida Marítima y las calles aledañas, como la Calle Canalejas, han sufrido los daños colaterales del cierre de la avenida y, en definitiva, todo el comercio de Arrecife, porque no queda duda de que la avenida Marítima junto con la vía medular hacen un anillo municipal.
El PSOE ha demostrado que los únicos colores que conoce son el blanco y negro como su gestión diaria en el Ayuntamiento de Arrecife y jamás se podrán imaginar crear una ciudad de colores, optimista, alegre, dinámica y emprendedora. por mucho que opten ahora por pintar círculos y rayas de colores por toda la avenida.
En el Grupo Popular tenemos claro qué colores necesita Arrecife para hacer de ella una ciudad de futuro para el disfrute de todos y tenemos la clave para impulsar Arrecife, pero no podemos hablar de una ciudad para todos cuando a día de hoy tenemos la principal arteria cerrada al tráfico.
No podemos comenzar ni la casa por el tejado, ni vender la leche antes de comprar la vaca, porque Arrecife ha sufrido durante mucho tiempo este tipo de políticas que han llevado a la ciudad a lo que es hoy, una ciudad sin proyección, sin rumbo y sin un liderazgo claro que impulse el Arrecife del presente y reconvertirla en una ciudad de futuro.
Ni Arrecife se remonta pintando rayas y colores, ni teniendo al PSOE pilotando la ciudad, eso sí, con el apoyo de Ciudadanos. Remontará cuando venga un grupo de gobierno capaz y capacitado para poner los cimientos de una Arrecife que está pidiendo a gritos un cambio en la gestión pública.