Señor senador, fíjese que aunque es falso casi todo lo que dice en relación con las prospecciones petrolíferas, ni siquiera se lo voy a rebatir. De acuerdo, supongamos que tiene usted razón, que CC y PSOE siempre estuvimos a favor de las prospecciones y hemos cambiado radicalmente de parecer.
Pues bien, aunque así hubiese sido, en lo que no puedo darle la razón es está y que su masivo rechazo a las prospecciones no obedece a convicciones propias. No falte usted más el respeto al pueblo que representa, que con la "batucada y los bocadillos" del señor Soria ya tuvimos suficiente para empezar.
El rechazo es real, de todos los colores políticos y apolíticos, es popular, y es masivo. En definitiva señor senador, lo que pretendo decirle es que rectificar es de sabios y hasta usted puede y debe hacerlo. Creo que este pueblo y yo mismo hemos sido demasiado condescendientes con usted y lo que representa la figura de un Senador en el entramado institucional español, por ser la única representación territorial garantizada que tiene Lanzarote en el país.
Es decir, en la cámara alta es usted y nadie más que usted quien representa y puede representar a Lanzarote, o más bien quien debiera hacerlo, aunque también en la baja está el diputado Francisco Cabrera, pero él no representa exclusivamente a Lanzarote como usted.
Sabe perfectamente que la totalidad de los ayuntamientos de Lanzarote y su Gobierno insular se opone a dichas prospecciones; sabe que hace dos años, el 24 de marzo de 2012, se produjo la primera mayor expresión popular en la historia de esta Isla; sabe que los sondeos de opinión refrendan el masivo rechazo de Lanzarote a esta industria; y que el sábado pasado, por tercera vez, en una manifestación, en cuya convocatoria las administraciones públicas nos hemos mantenido al margen, Lanzarote ha vuelto a darle un sonoro y contundente mandato.
Tenga valentía y desmárquese como ya han hecho otros en el PP en Lanzarote, y si simplemente está usted profundamente equivocado y actúa por convicción propia, entonces tenga respeto a este pueblo, a su expresión popular y a las instituciones que lo representan, y defienda los intereses y el citado mandato que le está dando la población de esta isla.
En definitiva, sabiendo como sabe lo que piensa Lanzarote a quien usted se debe, anteponga su obligación y la isla a su partido, y sea consecuente con el cargo que ocupa o abandónelo. Por mi parte, como máximo responsable del Gobierno insular, se acabaron los paños calientes y desde ya le exijo que lo haga. Como ciudadano le reprocho que no nos represente, como vecino y paisano le ruego que recapacite, y como "amigo" le aconsejo que no se haga esto a sí mismo y no dé la espalda a su pueblo, o será su pueblo el que al final le dará la espalda a usted.
* (Aunque tenemos la suficiente confianza y además nacimos en el mismo barrio, en esta ocasión, me va a permitir que me dirija a usted en esta carta abierta en tercera persona por su condición de senador de Lanzarote).
Pedro San Ginés Gutiérrez, presidente del Cabildo de Lanzarote.