Opinión

Cándido renuncia a ser alcalde para convertirse en animador social... Y encima lo hace mal.

Por José Montelongo El alcalde de Arrecife, Cándido Reguera, ha renunciado a ser gestor de la vida pública de la ciudad. Sus primeras decisiones de calado, la privatización del servicio público de guaguas, la contratación de 27 asesores de ...

Por José Montelongo
El alcalde de Arrecife, Cándido Reguera, ha renunciado a ser gestor de la vida pública de la ciudad. Sus primeras decisiones de calado, la privatización del servicio público de guaguas, la contratación de 27 asesores de ...

El alcalde de Arrecife, Cándido Reguera, ha renunciado a ser gestor de la vida pública de la ciudad. Sus primeras decisiones de calado, la privatización del servicio público de guaguas, la contratación de 27 asesores de confianza, el cierre de la escombrera de un día para otro o el recorte de las ayudas a las oenegés, han generado tanto rechazo social que ha dado un paso atrás.

Y mientras en la intimidad del despacho de la alcaldía urde acuerdos urbanísticos sin trasladar la información a la oposición o a los medios de comunicación, de cara a la galería organiza fiestas.

Cándido se ha convertido en el mejor animador sociocultural que ha tenido esta ciudad. Ataviado con su terno más elegante, salta al escenario a recordar a la audiencia del concierto de 40 principales quién ha pagado el sarao; se coloca un gorro de pelota de fútbol y ondea banderas de España en los partidos del Mundial, en los que ha gastado 4.000 euros cada jornada. E invierte en la felicidad de los fans de Alejadro Sanz la friolera de 300.000 euros. De los fans que puedan abonar los 20 euros de la entrada, claro. Los que paguen 12 serán menos felices; y menos aún los que escuchen al malagueño detrás de los muros del campo de fútbol porque no puedan pagar la entrada.

Por el contrario, no disfrutaron mucho los asistentes al fallido espectáculo de Manolo Vieira, algunos de los cuales todavía reclaman el dinero por el show que nunca fue. Esa foto no se la hizo Cándido, abucheado por las masas.

Y mientras el alcalde organiza celebraciones y gasta eldinero público sin tino, salta a los escenarios y agita banderitas, la ciudad padece de un abandono imperdonable. El grupo de Gobierno municipal sigue jugando a las sillas musicales en la bancada de los concejales del PIL y a juzgar por su actividad pública, vive en permanentes vacaciones. Afortunadamente, no todos descansan en Grecia!

José Montelongo

Secretario local del PSOE de Arrecife