Opinión

Canario agasájame

Barcos de pesca en Puerto Naos

Ese olor a escaldón de gofio tan rico que me hacía mi madre, con gofio y mantequilla, calentito a ver si esta niña coge tino que parece un guirre, en Teror pasé parte de mi adolescencia y los recuerdos me invadían. con mucha magua, arráyate un millo mi niña, con mucho cariño me decía mi primo, en El Confital, cuando se me caía el balde lleno de burgaos a la marea, me dejaba el pelo con salitre unas horas, decía mamá, que era bueno para mi melena, me gustaba alongarme en las barandillas de la playa para poder ver la Virgen del Carmen, que está en Las Canteras.

Que me supo, el cachito de cherne del sancocho que nos comemos los canarios, en ese viernes santo, ese jilorio, cuando hueles el caldito de pescado y el gofito escaldado. Duermo la siesta en una cueva de Ajuy, voy a Cofete a meter la cabeza en el agua salada, que bonita puesta de sol desde esa Montaña Bermeja, o entrar en ese Volcán del Cuervo donde puedes oír el rugir del volcán

Pedirle al Cristo de La Laguna, que este pueblo canario, siga unido, nuestra gente, nuestras costumbres, que no nos falte el olor de las Salinas de Fuencaliente, en el sur de la isla de La Palma, muestra el contraste natural entre el negro volcánico, el azul del mar , ese olor a Laurisilva, de la Gomera, me fascina, echarme una siesta en La Sabina herreña, que esos árboles me den sombra, despertarme y echarme el buchito de café en Caleta de Sebo.

¡Se dijo! Que seamos esa pella y nos agasajemos mis hermanos canarios. Felicidades y a margullar juntos.

Juani Alemán Hernández.