Opinión

Canarias y el Gobierno del Estado: inmigración irregular

La inmigración irregular en Canarias es una cuestión que está sobrepasando tanto al Gobierno del Estado como al Ejecutivo autonómico y a las instituciones que componen la administración canaria. La migración es algo que ha acontecido en todos los tiempos de la sociedad humana y, a lo largo de la historia, podemos estudiar los distintos flujos migratorios. Las personas que utilizan la inmigración irregular lo hacen por buscar una oportunidad; no resignarse y luchar por conseguir una vida mejor es algo propio de la condición humana.

Hace unas semanas hacía seguimiento en números de los inmigrantes que han llegado a Canarias por vía marítima del 1 de enero al 30 de septiembre 2020 comparados con el mismo período de 2019.  Los datos son desoladores: en el año 2019 llegaron a nuestras costas 978 personas en 69 embarcaciones; en 2020 han llegado 6.081 personas en 225 embarcaciones (sin contar las últimas pateras llegadas la semana pasada).

Detrás de la inmigración irregular se esconde la desesperación, la esperanza de una vida mejor y lo miserable de la raza humana que se aprovecha de la necesidad para sacar provecho económico, que es lo que hacen las mafias con el traslado de personas, siendo conscientes que muchos pueden perecer en el mar.

Una vez más, el Gobierno de Canarias y el Cabildo de Lanzarote no se posicionan de manera contundente frente el Gobierno del Estado. Todo lo contrario, muestran una actitud afable sin reivindicación convincente y, mientras tanto, sufrimos la inacción de no defendernos ante el Gobierno central, no por una cuestión de sensatez política sino por una cuestión partidista.

Esto les sucede a los partidos de corte estatal que mantienen una línea política homogénea sin entender la propia heterogeneidad de Estado español. Canarias necesita ayuda, no puede afrontar la inmigración irregular de forma unilateral pero mientras sigamos teniendo una actitud sumisa ante el Gobierno del Estado, quien no tiene una hoja de ruta marcada de cómo afrontar esta situación en el Archipiélago.

Después de cancelar su visita por su apretada agenda (nótese la ironía), el ministro socialista de Migraciones, José Luis Escrivá, hizo su aparición la semana pasada en las islas y a nadie se le esconde que el encuentro dio para muchos titulares, no sólo por la cantidad de pateras llegadas sino también por el encontronazo con el presidente del Cabildo de Fuerteventura, también del PSOE.

Aquí, en Lanzarote, seguimos esperando, nos preguntamos por qué siendo una de las islas donde más pateras arriban, el ministro no nos incluyó en su visita a Canarias, como sí hizo con Tenerife, Gran Canaria y Fuerteventura. Más aún cuando en el mismo momento de su gira por Canarias, a nuestra isla llegaron cinco embarcaciones en un solo día. ¡Lamentable!

Me sigue sorprendiendo la actitud obediente y servilista de la presidenta del Cabildo de Lanzarote, Mª Dolores Corujo, también del PSOE. Lo he dicho en reiteradas ocasiones, no alza la voz y, ni siquiera en un momento tan crítico con la llegada de cinco pateras y con el ministro en Canarias ha reaccionado para defendernos.

Así que está claro que no podemos esperar de ella más de lo que está haciendo, que es reubicar a los inmigrantes irregulares en naves y en los establecimientos hoteleros, como puede y sin levantar la voz, cuando es algo que no compete ni es responsabilidad del Cabildo de Lanzarote y, mucho menos aún cuando se hace para cubrir la dejadez e incompetencia del Gobierno del Estado.

Además, si leemos entre líneas, lo que es evidente es que el PSOE de Lanzarote tiene escaso peso en el Gobierno de Canarias porque con el repunte que ha habido en la llegada de pateras, no se nos ha tenido en cuenta a la hora de organizar la visita del ministro. Por lo tanto, Lanzarote esta doblemente olvidada: por el Gobierno de Canarias y el Gobierno del Estado.

La sociedad vive momentos muy complicados la situación del Covid-19 unido a  la dificultad económica es un contexto complejo para todos. Lo que necesitamos ahora mismo son instituciones con líderes  fuertes que generen confianza, que nos indiquen cuál es el plan a seguir que debe pasar, evidentemente, entre otras cuestiones, por reivindicar el traslado de los inmigrantes de Canarias hacia la Península, el funcionamiento del Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE); el refuerzo del FRONTEX, la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas y el uso de la vía diplomática a través de la distintas instituciones para implementar de políticas de desarrollo en los países de origen.