Opinión

Bolonia: Un cambio de "chip"

Por Miguel Ángel Heredia García Me ha animado a redactar este artículo la conferencia que, en el marco de la Feria de Formación y Empleo de Zaragoza, organizó nuestra Fundación e impartió magníficamente Amaya Gil, vicerrectora de ordenación académica de la ...

Por Miguel Ángel Heredia García
Me ha animado a redactar este artículo la conferencia que, en el marco de la Feria de Formación y Empleo de Zaragoza, organizó nuestra Fundación e impartió magníficamente Amaya Gil, vicerrectora de ordenación académica de la ...

Me ha animado a redactar este artículo la conferencia que, en el marco de la Feria de Formación y Empleo de Zaragoza, organizó nuestra Fundación e impartió magníficamente Amaya Gil, vicerrectora de ordenación académica de la Universidad San Jorge, sobre el nuevo espacio europeo de educación superior, lo que conocemos por el Plan Bolonia.

Ese cambiode "chip" atañe a toda la comunidad educativa, porque la nueva universidad altera aspectos fundamentales: en la relación profesor/alumno, en el cambio de roles entre uno y otro, en el cambio del protagonista; en elcambio de los planes universitarios y en los objetivos que estos persiguen; en la sustitución de los programas y los objetivos, en lo que son las competencias (académicas, profesionales y personales); y en la transformación de la relación campus/sociedad.

Importa resaltar que El Espacio Europeo de Educación Superior pretende conseguir sistemascompatibles en todos los países de la Unión, no que éstos sean iguales; que la universidad tenga una apariencia más práctica y se convierta en una escuela de futuros profesionales con una investigación rentable; que se homologuen la forma de enseñar y sus contenidos; que los alumnos sean más participativos y los profesores se impliquen más con las actividades que se desarrollan fuera del aula.

Bolonia persigue que el estudiante pase a serprotagonista de su proceso de aprendizaje,trasladando el centraje en el profesor al centraje en el alumno,lo que no implica de ninguna manera que el profesor adquiera un segundo plano, sino que cambia su rol, pasando éste a ejercer una función mucho más tutorial, más estratégica (estratega del aprendizaje), tanto dentro de la universidad como fuera de ella.

Los planes de estudio, la formación se adaptará a la demanda de la sociedad, a la realidad socio-laboraly tendrá como objetivo la empleabilidad; aquí es donde el binomio universidad/puesto de trabajo adquiere su verdadero valor; se conjura la dicotomía entre teoría y práctica, entre conocer y hacer. Por ello, los objetivos son sustituidos por competencias profesionales, es decir, ya no se trata de conseguir un conjunto de conocimientos yprácticas sino de adquirir un conjunto de saberes,procedimientos, estrategias, métodos,actitudes, aptitudes y valores combinados en el sentido de que el alumno ha de saber hacer (ypoder hacer, y querer hacer), saber estar (y saber ser) para el ejercicio profesional. Es este dominiolo que le hace capaz de actuar eficazmente en situaciones profesionales. La competencia abarca, pues,tanto el ámbito académico, como el profesional y personal. Esa dimensión personalcobra un importante protagonismo y como consecuencia, la incidencia en valores, como el compromiso, la responsabilidad, la implicación.

Que se evalúen competencias supone que en la nueva universidad no sirve el método tradicional de exámenes que miden adquisición de conocimientos, porque no se evaluarán sólo éstos, sino los resultados del aprendizaje en un sentido más global, con más variables.

Pero debemos ser muy conscientes de queel proceso será lento y las adaptaciones complicadas y no exentas de fricciones inherentes a un cambio de esta naturaleza: principalmenteen el profesorado yen el alumnado, quienes pasan de meros espectadores del cambio a actores que deben interpretar personajes muy diferentes a los que venían desempeñando en la obra. Miralles dice que todo progreso comporta un retroceso, lo que denomina las consecuencias del "culatazo". Y ahí es donde cavilo: debemos controlar el ritmo del cambio y las adaptaciones de los actores para que el "culatazo" sea controlable,asimilable.

Por otra parte, esta importante apuesta de futuro obliga a replantear y alterar todo el sistema educativo, desde primaria a bachillerato, no sea que hayamos conjurado el divorcio universidad/sociedad y lo sustituyamos por el de enseñanzas media/superior: ¿serán realmente conscientes nuestros políticos de este crucial reto al abordar el pacto educativo, en vez de distraerse en detalles que poco o muy poco tienen que vercon lo que aquí hablamos?

¡Pensemos!

Miguel Ángel Heredia García

Presidente de la Fundación Piquer