Opinión

Berrugo en nuestras manos

Por Yeray Méndez Peraza El 29 de enero de 2010 no debe ser un día de llanto (de nada sirve llorar), debe ser un día de reflexión. Con la casa de Berrugo no se pierde simplemente unos muros que tienen más de 100 años de vida, se va una ilusión; la ...

Por Yeray Méndez Peraza
El 29 de enero de 2010 no debe ser un día de llanto (de nada sirve llorar), debe ser un día de reflexión. Con la casa de Berrugo no se pierde simplemente unos muros que tienen más de 100 años de vida, se va una ilusión; la ...

El 29 de enero de 2010 no debe ser un día de llanto (de nada sirve llorar), debe ser un día de reflexión. Con la casa de Berrugo no se pierde simplemente unos muros que tienen más de 100 años de vida, se va una ilusión; la ilusión que teníamos de que la justicia estaba para defender al chico de la avaricia del grande.

No debemos llorar al ver que la lucha de una familia humilde contra los grandes empresarios no ha dado los frutos que esperábamos, tampoco debemos entrar en discusiones superfluas sobre si la casa cumplía los requisitos urbanísticos, o si se ofreció dinero a esa familia para que abandonara su lucha, etc. Lo que debemos hacer es reflexionar sobre las consecuencias que tienen estos actos con respecto al desarrollo de la isla.

Veo 2 vías posibles de desarrollo; una es la que siguen los empresarios y que apuesta por un modelo de globalización que ofrece dinero rápido donde ellos serán los grandes beneficiados. Este modelo se resume en la construcción de grandes hoteles, campos de golf, centros comerciales?.que no considero que esté mal, pero lo que si que creo es que ya hay bastantes. Me planteo una reflexión; los turistas cuando salgan de su país para ver hoteles, ¿vendrán a Lanzarote o irán a lugares como Punta Cana donde hay hoteles mucho mejores que los de aquí?, cuando esos turistas salgan de sus países a jugar al golf, ¿vendrán a Lanzarote o irán a Alicante donde hay campos de golf mucho mejores que los de aquí?

Luego hay otro modelo de desarrollo, para mí el más coherente, y que se fundamenta principalmente en el orgullo de vivir en esta isla, en el orgullo de ser conejero; en valorar lo que esta isla nos ha dado y en preguntarnos si nosotros le hemos dado algo a ella. Yo me siento orgulloso de la singularidad de esta isla y creo que copiar el modelo de otros destinos turísticos sería matarla. Creo que no soy nadie para implantar un modelo de desarrollo turístico, pero también creo que los que lo están haciendo tampoco son nadie. La que debe hablar es la sociedad de Lanzarote, y tiene su oportunidad, si no reclama un cambio de modelo en el que demostremos que nos sentimos orgullosos de lo nuestro será que aceptamos el que están intentando implantar este grupo de algo (porque dudo que sean personas) con perras.

Mientras estaba escribiendo esto escuchaba la canción de Rosana, "Llegaremos a tiempo", espero que así sea y que la sociedad hable antes de que sea demasiado tarde.

Pueden derrumbar esa casa, pero puede nacer un sentimiento de isla.

NOSOTROS tenemos la palabra.

Yeray Méndez Peraza.