Que duda cabe que para la izquierda, a pesar de la gran dificultad económica que atravesamos, se abre un tiempo de sumo interés. La situación es de una indiscutible gravedad, social, política, económica?etc. Las ...
Que duda cabe que para la izquierda, a pesar de la gran dificultad económica que atravesamos, se abre un tiempo de sumo interés.
La situación es de una indiscutible gravedad, social, política, económica?etc. Las cifras, los datos,el goteode despidos, cierres, ERES, medidas antiobreras? es constante,cada mañana encontramos que el lazo en torno al cuello de los pueblos y los trabajadores se ciñe un poco más.
El delirio capitalista ha sumido a cientos de miles, a millones de seres humanos, en la pobreza y la desesperanza.
Es cierto que el mascarón de proa de la situación es el aspecto económico, pero desde la izquierda revolucionaria estamos en la obligación de profundizar en la raíz de las cosas, de explicar y explicarnos el origen del derrumbe del sistema.
Es necesario que evoquemos sin temor alguno desde un plano autocrático la propia posición de la izquierda. En este sentido es necesario reconocer que, en términos generales, nos encontramos atrapados entreuna fuerte debilidad orgánica y unaeterna reflexiónideológica.
Algunas organizaciones hemos optado por el trabajo de masas en el seno de las organizaciones obreras y populares, por el estudio y el análisis como método,convencidosde que es desde el fortalecimiento de la posición política e ideológicadesde donde podremos realizar las propuestas mas consecuentes y los programas mas combativos, eso si, pegados a la realidad de nuestro pueblo y contrastando en el seno de este, la veracidad de las reflexiones de orden político que proponemos.
Los resultados de esta opción sonsin duda menos vistosos, incluso bastante mas lentos y sus resultados no ofrecen grandes satisfacciones a corto plazo, sin embargo,otorgan beneficios a las organizaciones revolucionarias: evitan ladesviación izquierdista, alinean a la organización con los intereses del pueblo y solo con los intereses del pueblo, disminuye el aventurerismo pequeño burgués y consolida el carácter nacional y revolucionario de la organización de clase.
La condición revolucionaria de una organización o de un programa, no es un acto de fe, nobasta con el expreso deseo de serlo. Su razón de ser se fundamenta enla fortaleza ideológica, se verifica en la practica diaria y se articula en la respuesta organizada del pueblo trabajador.
Algunas corrientes"izquierdistas" prefieren como opción política la inmediatez del resultado, la fotografía del momento, la gloria del minuto.
El rechazo al análisis concreto de la situación concreta, los empuja a importar análisis y reflexiones que retuercen hasta la extenuación con el único fin delograr que encajen ( aparentemente ) en la realidad que les gustaría y no en la que viven.
De esta manera el "izquierdismo" construye ficciones políticas o sindicales que tratan de redescribir coyunturas que solo habitan en su imaginación.
Pero para que la operaciónadquiera tonalidad, deben dar una vuelta de tuerca mas, es necesario revestir el asunto de cierta autoridad, crear un espacio en el que puedan escondersu debilidad orgánica, política e ideológica, ¿ como lograrlo ?.
Como corriente pequeño burguesa empotrada en las filas del movimiento revolucionario, son conocedores de nuestras anhelos, de nuestros deseos y nuestras esperanzas, conocen donde radica nuestra fuerza y donde nuestra debilidad, y es aquí, donde sin la menor contención moral, construyen un discurso, la UNIDAD, utilizándolo comoinstrumento de confusión, como parapeto desde el cual causar el mayor daño posible al movimiento obrero y revolucionario.
Confunden, no por desconocimiento, sino por mero interés político, la unidad con el unitarismo, la resultante de la operación es la habitual; introducir en el movimiento obrero la mayor dosis posible deconfusión y como consecuencia lograr el debilitamiento de las organizaciones populares.
No escatimanesfuerzos y se prestan sin ambages a consolidar unitarismos con los gestores de un sistema que dicen combatir, celebran actos al lado de quienes son corresponsables directos de las políticas antiobreras de las tres últimas décadas,actuan como mamporreros del amarillismo sindical a cambio de un minuto de megáfono.
La patética actuación de los corresponsales del izquierdismo español en nuestro país, no merecería mayor mención (están en su papel) si no fuerapor la gravedad de la situación a la que nos enfrentamos.
En una crisis económica deprofundidad y longitud desconocida, que se agrava en Canarias por la dependencia colonial, la izquierda nacional, no puede dejar de denunciar ante los trabajadoresa quienes presentándose comodefensores de la "unidad " introducen la mas profunda de las divisiones en el seno de la clase obrera, se trata de con un discurso obrerista, dar forma ala claudicación social demócrata.
La confusión es sin duda el instrumento y recurso, mas barato y habitual del izquierdismo. Siempre es notablemente peligroso, pero en condiciones de sufrimiento de amplias capas del pueblo trabajador se transforma en la vil traición de un conjunto de iluminados.
Detengámonos por un momento en este instrumento. El bloque del "sindicalismo provincial" trata de presentar como unitariala desesperación de un amalgama de corrientes, por un ladoel mencionado sindicalismo amarillo de CC.OO-UGT, que en cumplimiento del acuerdo de sus órganos confederales, activan movilizaciones en aquellas comunidades Autónomas, donde el PSOE precisaejercer presión sobre las opciones de gobierno local, ambas organizaciones ofrecen todo su apoyo y comprensión a las inyecciones de miles de millones de euros destinadosa las entidades financieras, a la vez que están dispuestasa estudiar, una mas que previsible, reforma laboral ( que ya sabemos lo que quiere decir ).
Por otro,organizaciones como CGT ( sector Gran Canaria), anarquistas de origen,cuyos compañeros participantes de la reunión sindical celebrada en Sevilla de hace un par de semanas, no podían creérselo, vamos que no salían de su asombro, le sigue de cerca la central COBAS, una reciente escisión de Comisiones Obreras, cuyo perfil ideológico es una incógnita y cuyaestrategia sindical, ha volado ante la primera llamada de su organización madre, Enseñantes Asamblearios( EA), sin comentarios,corrientes gremiales como Coordinadora de Estibadores y Colectivo Independiente de Guaguas.
Estas ultimas organizaciones ( CGT, EA, Convergencia Sindical, Coordinadora de Est. ) se agrupan en algo denominado Coordinadora Sindical.
Lamento la larga explicación, pero me parece importante precisar, en lo posible, quien es quien en esta operación.
Dicho lo cual entremos en la contradicción que plantea un discurso que hunde sus mas profundas raíces en la ceremonia de la confusión.
Mientras COBAS, CGT, EA ( parte de Coord. Sindical ) dicen defender" lo publico ",servicios municipales de transporte publico, escuela publica,enseñanza publica, los servicios de la administración publica, ..etc. comparten espacio y coordinación sindical, con la Coord. de Estibadores Portuarios, cuya principal reivindicación en los últimos meses tanto en Canarias, como en España, consiste enla exigencia de la privatización de Sestiba y su transformación en APIEs, hasta el punto de paralizar la actividad portuaria si esta privatización no se produce.
Tenemos delante una situación, que supone la completa privatización de la estructuraportuaria de Canarias,la entrega a manos privadas de la actividad de estiba y desestiba, con lo que supone para un país Archipielagico. Bien, pues los defensores de " lo publico " amparan sin ambagesla perdida del servicio publico de la estiba en favor de la voracidad de la patronal portuaria.
En definitiva, el primero de Mayo de dos mil nueve, por las calles de Las Palmas desfilara el "sindicalismo provincial",bloquecompuesto por el sindicalismo amarillo, defensores de" lo publico ", y defensores de la privatización de uno de los sectores estratégicos mas importantes de nuestro país, el servicio publico de la estiba.
La estrategia de la confusión elevada a su máximo exponentey todo ello en" aras de la unidad".
El "sindicalismo provincial" muestra su rostro en todo su esplendor: la división, la confusión, la desmovilización, la desorganización? un obsequio impagable dirigido a las patronales, los gobiernos y los banqueros.
En los momentos de agudización de las contradicciones, y de aceleración de la lucha de clases, la claridad toma una especial trascendencia, precisar las posiciones, es siempreuna tarea revolucionaria, pero en estos momentos es además una obligación revolucionaria.
*Daniel Casal Pardo, miembro del Consejo Nacional del Sindicato Obrero Canario-Frente Sindical Obrero de Canarias