Yolanda Perdomo, especialista de la consultora internacional de turismo ICF y ex-viceconsejera de Turismo del Gobierno de Canarias, aborda el pasado, presente y futuro del posicionamiento turístico de Lanzarote durante la celebración de la Feria Internacional del Turismo de Madrid.
¿Uno de los temas de moda este año en Fitur es el turismo premium?
Tenía que llegar. Todos queremos captar un tipo de turista más responsable, que busca congraciarse con el destino que visita, que quiere tener una experiencia diferenciadora y realmente imbuirse en ese destino. Hablamos de sostenibilidad, pero no olvidemos que también tiene una dimensión social y que un turista que tenga otro impacto puede generar también mayor valor para toda la cadena de valor del turismo, no solo los hoteles y restaurantes, sino también para una miríada de actores en el territorio - agricultores, ganaderos, pescadores - que pueden tener una oportunidad clara si el modelo turístico es mucho más expansivo y las experiencias son más inmersivas, de manera que le podamos dar realmente a este consumidor una solución con este tipo de producto que va buscando.
En Lanzarote durante muchos años se apostó por cuantos más turistas y más camas mejor, pero ¿estamos ahora volviendo a la época de los 90?
Pues seguramente a mucho antes, porque el modelo que ya atisbó Manrique en los setenta iba en esa línea; es decir, no es tanto el número como la capacidad de gasto que tenga ese turista. Si tenemos menos turistas que gastan más y que generan un impacto positivo en toda la isla, no solo en las zonas turísticas, sino en muchos otros sitios, muchas más personas tendrán una oportunidad a través del turismo. Es ahí hacia donde tenemos que ir. Evidentemente esto lleva una fase de madurez. Hemos hecho prueba y error y también ha sido un modelo que ha funcionado muy bien muchos años, y damos fe de ello los lanzaroteños, pero tenemos que ir mejorando y ahora toca quizá perfeccionar ese modelo para que tengamos todos muchas más oportunidades.
Los datos turísticos que teníamos no encajaban con los datos económicos como el paro
Esa era una gran discrepancia, cómo podíamos seguir teniendo el mayor índice de paro en España junto con Cádiz y uno de los más altos en la Unión Europea teniendo un modelo turístico exitoso. Ese modelo no generaba suficientes oportunidades para todo el mundo. Por eso tenemos que buscar otro tipo de dirección, en la que realmente este tipo de turismo y de consumidor que busca otro tipo de experiencias genere esas oportunidades.
¿Cree que Lanzarote debe estar presente en ferias internacionales más enfocadas a ese turismo de lujo, como p.e. la que se celebra en Cannes?
Creo que ahora mismo se está haciendo un ejercicio de reposicionamiento y se está llevando de forma muy adecuada entre el sector público y el privado, que eso también es una novedad. Porque nada de esto puede suceder si no hay colaboración. Tenemos que colaborar entre todos, no solo en el ámbito privado con gente que normalmente ha estado compitiendo. En el futuro esto nadie lo puede hacer a solas, porque es un proyecto demasiado ambicioso, sino con un proyecto claro de colaboración público-privada que se está dando en estos momentos, lo cual es altamente esperanzador. Evidentemente en eso se está trabajando ahora, en hacer el plan de comunicación y el de promoción, que vaya aparejado a este nuevo posicionamiento. Se está haciendo muy bien en Turismo de Lanzarote y creo que hay un equipo que está haciendo ese seguimiento de una manera realmente óptima.
¿Qué perspectivas turísticas hay para 2022?
Creo que hay un montón de demanda contenida, que la gente desea más que nunca viajar y que ha tenido tiempo de plantearse cuestiones que antes quizás no se planteaba. La pandemia también nos ha dado tiempo para la reflexión en el sector. Si hacemos las cosas bien y estamos preparados con este producto que este tipo de viajero ansía, si nos organizamos entre nosotros y somos capaces de superar nuestras diferencias, colaborar y establecer marcos donde realmente se den este tipo de proyecto nos va a ir a todos estupendamente.
¿Crees que estos dos años de parón obligatorio nos han servido para renovar la planta turística, para darle un lavado de cara a una isla que teníamos sobreexplotada?
Sí, muchísimos establecimientos han renovado y rehabilitado, incluso como se venía ya hablando de este nuevo reposicionamiento en el segmento premium muchos han hecho ese quiebro y creo que ésta ha sido una enorme oportunidad. También ha pasado con los Centros Turísticos, en los que ha habido la posibilidad de hacer ese tipo de mantenimiento. Todo en la vida es una oportunidad y si siempre siempre vives en el éxito no reflexionas, piensas que como todo está bien para qué vas a cambiar. Pero cuando las cosas paran un poco y te da tiempo de pensar en posibles cambios las cosas podrían incluso ir muchísimo mejor. Creo que esto sucedió y que en todo hay una oportunidad. También en la pandemia la ha habido.