La falta de personal en el control fronterizo del Aeropuerto César Manrique ha provocado una vez más que al menos 66 pasajeros no hayan podido viajar. En este caso, el vuelo afectado fue el de la compañía Ryanair que despegó este miércoles a las 13.00 horas desde la isla con destino a Knock, Irlanda.
Uno de los problemas principales es "la falta de infraestructura de Aena en el propio Aeropuerto de Lanzarote porque no existe un espacio habilitado y concreto para el servicio del control fronterizo". Esto hace que el embarque se ralentice y provoque este tipo de inconvenientes.
Según la denuncia interpuesta por un agente de la Policía Nacional donde se exponen las carencias en el control de viajeros extranjeros a su llegada y salida de Lanzarote al que ha podido acceder La Voz, otro de los motivos por el que las personas se quedaran en tierra fue debido a la presencia de una sola funcionaria en el control en lugar de dos que permite el espacio.
"Se produce un retraso en el control del vuelo probablemente al tener solo al 50% del personal en esa puerta de embarque, para dar prioridad a las llegadas, unido además a un posible fallo de los sistemas de verificación de pasaportes que se está haciendo habitual", manifiesta el documento. Esto hizo que la compañía decidiera cerrar el embarque sin que los pasajeros que faltaban por subir al avión lo pudieran hacer.
Asimismo, según se detalla en la denuncia, "la funcionaria que controla el vuelo descrito no está adscrita a la Comisaría de Arrecife o Aeropuerto de Lanzarote y que pertenece a la plantilla de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras en Madrid". Uno de los motivos que agravó aún más la situación, según denuncian el agente, fue la entrada en vigor del Brexit".
Por otro lado, en la denuncia consta que las actuaciones en este control fronterizo no se realizan como deberían. "Tenemos conocimiento de que se están nombrando hasta 30 servicios extraordinarios semanales para intentar cumplir con el mínimo que exige el Código de Fronteras puntualmente, que sería la verificación y el sellado, sin pedir los demás requisitos como medios de vida, billete de vuelta, alojamiento y comprobación de estancias anteriores en el periodo de 180 días", se expone.
Por su parte, la compañía aérea culpa a la Policía Nacional por su "mala gestión" y a Aena por "el mal funcionamiento de los servicios". Algunos de los pasajeros afectados "pudieron comprar billetes para poder volar, pero otros tuvieron que alojarse en hoteles" para esperar a poder regresar a su país.