El grupo Meliá ha inaugurado este jueves la reforma del Salinas, el hotel de Lanzarote que conserva algunas de las piezas más importantes en el legado de César Manrique (1919-1992), autor de sus espectaculares murales, de sus jardines y de la primera de sus icónicas piscinas "orgánicas".
Quince millones de euros ha invertido Meliá en el "rejuvecimiento" de su hotel en Costa Teguise, ahora transformado en Paradisus Salinas Lanzarote, de cinco estrellas gran lujo, cuyo resultado ha presentado el presidente del grupo turístico balear, Gabriel Escarrer.
El presidente de Meliá se ha mostrado además muy satisfecho con la implantación en Europa de la marca Paradisus, que debuta en Canarias con el Salinas de Lanzarote y con la renovación del Melia Tamarindos de San Agustín, que también se inaugura este jueves tras otra profunda reforma bajo el nombre de Paradisus Gran Canaria.
El primigenio hotel Las Salinas lleva la firma del arquitecto Fernando Higueras (1930-2008) en la mayor parte de sus estancias, pero los jardines, las piscinas y los murales ubicados en la zona de recepción y el restaurante del hotel son creación de César Manrique.
En su intervención, Escarrer ha destacado el valor de la intervención del fallecido artista lanzaroteño en la construcción del hotel en 1977 y ha subrayado que la renovación ha apostado por potenciar la conexión del cliente con el destino, algo a lo que está convencido que ayudará tanto el legado de Manrique como una presencia destacada en su oferta gastronómica de productos kilómetro cero.
En abril de 1994, el Cabildo de Lanzarote puso en marcha la declaración de Bien de Interés Cultural, con la categoría de Jardín Histórico, de los jardines interiores y exteriores del Hotel Las Salinas, a propuesta del Servicio de Patrimonio Histórico.
Las obras de construcción del hotel se iniciaron en 1974 y la labor de Manrique consistió en la ejecución de diversos murales interiores y el diseño de la piscina y jardinería interior y exterior.
Su idea fue la de integrar aspectos del mundo natural a través de las alusiones al mar en los murales, a la naturaleza, mediante la plantación de flora preferentemente endémica; y al entorno, mediante el uso de materiales propios, como el rofe (escoria volcánica) o la piedra natural que otorgaron al edificio una imagen muy peculiar.
Según ha informado la cadena hotelera, el Paradisus by Meliá se presenta como la reinvención del concepto todo incluido y supone la llegada a Europa de la nueva marca, combinando una experiencia de lujo todo incluido con la conexión con el destino.
El hotel ofrece 282 habitaciones y villas, una piscina de 1.800 metros cuadrados, jardines singulares y siete propuestas gastronómicas.