Con altas expectativas de cara a verano y en plena recuperación turística, Lanzarote se ha visto afectada por varias cancelaciones y retrasos de vuelos procedentes de Reino Unido en el último mes, una consecuencia directa de la falta de trabajadores que atraviesa el sector servicios del país británico.
Los aeropuertos y aerolíneas inglesas, así como los touroperadores EasyJet o TUI, entre otros, han visto sus plantillas muy reducidas tras la entrada en vigor del Brexit y la llegada de la crisis del coronavirus. "La programación para verano de Reino Unido era fortísima y se han dado cuenta de que no pueden cubrirla", apunta Héctor Fernández, responsable de la Sociedad de Promoción Exterior de Lanzarote (SPEL).
“Toda la cuestión de transporte, handling o fast food estaba cubierto en gran medida por inmigrantes, pero a raíz del Brexit una buena parte abandonó el país por cuestiones administrativas”, explica Fernández. Además, apunta que esta situación de éxodo se vio acentuada por la pandemia del coronavirus. “Al incorporar a personas del equivalente al ERTE británico, muchos ya habían abandonado el país o no querían volver al sector servicios”, añade.
"Ya estamos sufriendo las consecuencias y la situación preocupa a nivel nacional”, advierte el CEO de la SPEL. “Estamos viendo que las cifras de llegada de británicos ha descendido en los meses de abril y mayo con respecto a 2019 por estas cancelaciones, algunas incluso de última hora”.
En muchas ocasiones, las suspensiones de vuelos se están produciendo "in extremis", incluso con los pasajeros dentro del avión en la pista de despegue, tal y como ocurrió en un vuelo que se dirigía a la isla de Tenerife, según ha informado Norwich Evening News.
"Al final ni siquiera avisan a los clientes de que el vuelo se ha cancelado, sino que llegas al aeropuerto y al final no sale porque no tienen personal para completar los procesos informáticos de facturación o embarque", explica Héctor Fernández.
Un problema a solucionar en tiempo récord
El consejero de la SPEL insiste en que, a pesar de que se espera que esta situación empiece a solucionarse en el mes de junio, no deja de ser una “variable importante” a tener en cuenta, de cara al verano, ya que tendrían que paliar estos problemas en tiempo récord.
“Las compañías británicas están ajustando sus dificultades operacionales y están buscando trabajadores por todos lados, porque no se pueden permitir el lujo, después de dos años de pandemia, de tener problemas otro verano más por una variable nueva, como es la falta de trabajadores”, concluye Fernández.
A esto también se suman todos los problemas derivados de la inflación y la inminente huelga de tripulación de cabina de Ryanair, que tendrá lugar los días 24, 25, 26 y 30 de junio y 1 y 2 de julio. “Ante la falta de trabajadores en el sector de Reino Unido empiezan a generarse conflictos, por lo que es normal que los empleados empiecen a apretar para demandar mejores condiciones”, añade Héctor Fernández.