El propietario del local que ofrecía en la plataforma Airbnb una “habitación compartida”, que en realidad eran tiendas de campaña a 25 euros la noche, y que no cumplía ningún tipo de requisitos turísticos alojativos o licencia, se enfrenta a una sanción grave de entre 30.001 euros y 300.000 euros.
“El expediente sancionador de Inspección Turística ya ha comenzado”, han confirmado a La Voz fuentes de la Consejería de Turismo, y contempla “una sanción grave de hasta 300.000 euros”.
La Consejería explicó que el caso de Arrecife será más fácil de resolver que otros en Canarias, como el recientemente denunciado en Tenerife, donde se alquilaban tiendas de campaña en una azotea, gracias al acta que levantó la policía local de la capital lanzaroteña y que remitió a Inspección Turística.
A petición del alcalde de la ciudad, la Policía Local inspeccionó el pasado 16 de enero el local y constató la existencia de "múltiples casetas de campaña, baños y aseos compartidos, y su probable utilización como establecimiento alojativo”.
El acta de la policía también recogió que el “citado local no exhibía ni aportó, como determina la normativa canaria, sus correspondientes placas y número de autorización”.
Esta información ha facilitado que Inspección Turística pueda comenzar el expediente sancionador pocas semanas después de descubrise el caso.