Las empresas en Canarias soportaron peor el primer año de la pandemia de Covid que en el conjunto de España, pues las que cerraron fueron, en proporción, el triple que en el resto del país, así lo pone de manifiesto la CEOE de Tenerife a partir de los datos del directorio central de empresas del Instituto Nacional de Estadística.
Estas cifras revelan que en España se perdieron en 2020 un total de 37.858 empresas activas, lo que en términos relativos se traduce en una caída del 1,11%, mientras que en Canarias sobrevivieron 147.999 empresas de las 152.756 que se contabilizaban a 1 de enero de 2020. Esto supone una caída del 3,11%.
Si el periodo de análisis se remonta al 1 de enero de 2019 y se extiende hasta el 1 de enero de 2021, la evolución del número de empresas activas en España arroja un saldo positivo, mientras que el archipiélago experimenta una caída del 2,41%.
En la comparación entre enero de 2020 y el inicio de 2021, en el ámbito nacional la pérdida de empresas se produjo en todas las categorías clasificadas por número de asalariados, excepto en las que tienen entre 200 y 249, así como entre uno y dos. En Canarias ocurrió lo mismo en el último estrato, habiéndose producido un incremento de 938 empresas que cuentan con uno o dos asalariados.
Por su parte, la CEOE de Tenerife indica que la dinámica del tejido empresarial desde el estallido de la pandemia evidencia la necesidad de impulsar la actividad económica e insiste en que "la inversión es la clave para que la economía española se recupere, máxime cuando ha concluido la compra de bonos por parte del Banco Central Europeo" y considera "conveniente" que las autoridades se comprometan a efectuar una reforma fiscal que convenza a los inversores de que España reducirá su déficit.
Para ello, sostiene que es primordial que se implementen medidas que apuesten por una fiscalidad diseñada sobre la capacidad y proporcionalidad inherente a la economía y reduzcan el gasto ineficiente. "Esta es la fórmula necesaria para generar crecimiento económico y, a su vez, impulsar el tejido empresarial como fuente de creación de empleo", añade la CEOE de Tenerife.
En lo que respecta a Canarias, advierte de que las restricciones vinculadas al Covid afectaron especialmente al sector turístico y, con ello, al principal motor económico de las islas y, para revertir esta situación, pide que se mantengan las particularidades tributarias ventajosas de las islas y se apueste por la descentralización.
"La competencia fiscal no solo permite que Canarias ajuste el diseño de sus impuestos a las especificidades de su territorio en función de su estructura económica, empresarial y social, sino que también favorece la eficiencia y competitividad entre regiones", subraya.
En definitiva, la CEOE concluye que "la pérdida de empresas, con la consecuente destrucción de empleo, evidencian la necesidad de contar con una reforma que priorice la eficiencia y una fiscalidad diseñada sobre la capacidad y proporcionalidad inherente a la economía".