Uno de cada tres lanzaroteños en activo trabaja en la hostelería, un sector cuyas condiciones laborales están entre las peores de toda la economía española, lo que se refleja en sus niveles de rotación, los mayores entre todos los perfiles laborales del país.
El sueldo medio de los que trabajan en bares, restaurantes y hoteles se situó en el año 2022, (último dato de la EPA) en 1.390 euros brutos al mes en 12 pagas, lo que supone 16.680 euros al año. Entretanto, el sueldo medio en España está en el entorno de los 27.000 euros brutos al año.
Los empleados de la hostelería también son los que más horas efectivas de trabajo llevan a cabo y tienen el doble de posibilidades de tener un trabajo a tiempo parcial que en el resto de la economía, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
El INE también ha revelado que el 30% de los trabajadores de la hostelería lleva menos de un año en su puesto de trabajo. Muy lejos de la media de todo el mercado laboral español, en el que los trabajadores con menos de doce meses de experiencia equivalen al 18%. La rotación más baja se registra entre los empleados de actividades financieras, donde los que llevan menos de un año son el 8%.
La patronal turística lleva años alertando de la falta de trabajadores del sector. Una gran demanda laboral debería hacer crecer los salarios del sector, pero no está sucediendo. Al menos, no al ritmo del resto de la economía. Entre 2019 y 2022, los salarios de la hostelería crecieron un 5,9%, mientras que la media de todos los sectores alcanzó el 7,4%.
Así muchos puestos se cubren con trabajadores recién llegados de otros países. Si en la economía en general la inmigración ocupa cerca del 13% de los empleos, en la hostelería supone más del doble (26,7%).