El tratado pesquero entre la Unión Europea (UE) y Marruecos acaba este lunes 17 de julio, con muchas dudas sobre su renovación y sobre el futuro del caladero para los barcos afectados, principalmente de Canarias, Andalucía y Galicia.
A partir de esta fecha la flota atunera de Lanzarote ya no puede faenar en aguas marroquíes o contratar personal en territorio del estado vecino, una de las mayores preocupaciones de los pescadores de la isla, ya que se suelen completar los equipos con contrataciones en los puertos marroquíes.
El Boletín Oficial del Estado (BOE) acaba de publicar las ayudas a los pescadores y a los armadores por la paralización de la actividad por el fin del acuerdo de pesca entre la Unión Europea (UE) y Marruecos, por un montante de 302.000 euros.
De estas ayudas, 120.000 euros se van a destinar a los armadores y 182.000 para los tripulantes, cofinanciadas en un 50% por fondos de la Unión Europea (UE), para el período comprendido entre el 18 de julio al 30 de septiembre de 2023.
España logró 92 de las 128 licencias para pescar en aguas marroquíes en virtud del acuerdo que caduca este lunes, pero solo 21 barcos solicitaron licencia en 2021 y 2022 ó en 2023, según han precisado fuentes del MAPA.
¿Es posible la renovación del acuerdo?
Las negociaciones entre europeos y marroquíes para su renovación dependen de una sentencia del Tribunal de Justicia de la UE sobre un recurso europeo contra otro dictamen de 2021, en el que los jueces comunitarios anularon el acuerdo pesquero por no tener en cuenta al Sáhara Occidental.
En 2021, la Justicia comunitaria determinó que tanto este convenio como el acuerdo de asociación con el país norteafricano -que afecta al comercio de alimentos como los tomates- no habían tenido en consideración los intereses saharauis, en cuyas costas están los caladeros de los que se benefician los barcos comunitarios.
Si la sentencia esperada es favorable a los europeos, habría margen pero si ocurre lo contrario, sería muy difícil renovarlo por excluir los caladeros del Sáhara, según han reconocido fuentes del sector y de la Comisión Europea.
Esta semana, la UE y Marruecos han mantenido contactos, en un comité mixto celebrado en Bruselas. Desde Rabat ha trascendido que Marruecos quiere una nueva visión del protocolo "con más valor añadido".
Un tratado fundamental que funcionaba a medio gas
Según fuentes del sector el aprovechamiento máximo del acuerdo ha sido de 27 barcos, porque la pandemia o el alto coste del gasóleo provocaron que los pescadores se quedaran faenando más cerca de sus puertos.
Según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, se han consumido entre el 21 y el 50% de las posibilidades de pesca para España.
Aparte de los 93 permisos españoles, el acuerdo ha beneficiado a navíos de Lituania, Países Bajos, Alemania y Polonia dedicados principalmente a especies pelágicas (sardina o arenque) para la fabricación de harinas.
A cambio del acceso de la flota, Marruecos ha recibido una contrapartida económica de 50 millones de euros anuales, incluyendo el apoyo sectorial y el canon pagado por los armadores, de alrededor de 12 millones.
El secretario general de Cepesca, Javier Garat, ha lamentado, en declaraciones a EFE, la "pérdida temporal de un caladero" por la interrupción de un acuerdo histórico, por el impacto en los buques y porque, ha añadido, la flota española tiene cada vez menos aguas donde faenar.