El presidente de AETUR, Victoriano Elvira, declaró a La Voz que esta huelga supone "un perjuicio importantísimo" para Lanzarote, "más que de dinero de imagen de lo que estamos ofreciendo al exterior". Elvira, uno de los empresarios que ha acompañado al presidentente de la CEL, Juan Guerra, en la lectura del manifiesto consensuado entre las asociaciones, advierte que "estamos pagando las consecuencias de las huelgas que hemos tenido anteriormente y una más, no la vamos a resistir".
El presidente de la CEL, Juan Guerra, como portavoz, apuntó que aún respetando los derechos de los trabajadores afectados, "el planteamiento de una huelga indefinida en un sector estratégico tan fundamental para el normal funcionamiento de nuestra industria turística debería ser un instrumento reservado para situaciones extremas de precariedad laboral que a nuestro juicio no se dan en el convenio colectivo de los Centros Turísticos".
Los empresarios, que representan a más de 40.000 trabajadores, mostraron su apoyo al proceso de modernización y profesionalización experimentado en los últimos años en los CACT "como vía para racionalizar la gestión y aislarla de malas prácticas y usos políticos", explicó Juan Guerra. Mucho más, dijeron los empresarios, si se tiene en cuenta su importancia vital para generar recursos que redunden en inversiones que mejoran las condiciones de vida de todos los ciudadanos.
El sector también considera que la huelga, que además de producirse sería en período electoral, no es el mejor camino para conciliar las diferencias ya que, según indicó el presidente de la CEL, se podría utilizar sistemáticamente como medida de presión para la resolución de conflictos laborales que afecten a las instituciones públicas.
Por último, y ante esta situación, el sector empresarial considera que es necesaria la puesta en marcha en la Isla de un pacto social o mecanismo de arbitraje para resolver los conflictos en los sectores que son vitales para el desenvolvimiento de la actividad turística "como antídoto a una letal y permanente imagen de conflictividad laboral que pesa como una losa en nuestras posibilidades de recuperación turística", dijo Juan Guerra.