La Atriplex halimus (salado), la Bituminaria Bituminosa variedad albomarginata (tedera), la Coronilla viminalis (mata moruna), la Echium decaisnei (tajinaste blanco) y la Lotus lancerottensis (corazoncillo). Éstos son los nombres científicos, y el correspondiente nombre común, de las cincos variedades vegetales de plantas forrajeras que un informe científico, patrocinado por el Cabildo de Lanzarote y el Ministerio de Medio Ambiente, ha analizado a lo largo de los cuatro últimos años (2008-2011) y cuyas conclusiones afirman que estas plantas forrajeras de Lanzarote tienen un valor nutritivo medio-alto, siendo "idóneas" para la alimentación del ganado.
El informe, que ha sido elaborado por un equipo dirigido por el profesor Eduardo Chinea Correa, titular de la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias de la Universidad de La Laguna (ULL), analiza el potencial forrajero de esta cinco especies, tomando como referencia su valor nutricional, pero también ocupándose de su resistencia a la sequía, las zonas de la isla en las que sería más adecuado su cultivo e incluso su posible exportación a otros países, tanto como producto ya elaborado como para su cultivo in situ, especialmente en países áridos.
Niveles de proteína
El documento, presentado el pasado viernes en el Cabildo de Lanzarote, certifica que "dada la calidad químico-bromatológica y los factores productivos estudiados en la cinco especies", las cualidades de estas plantas "son idóneas para su uso para el ganado".
Así, entre otras cosas, el informe especifica que la Coronilla viminalis, o mata moruna, presenta unos niveles de proteína altos, "incluso superiores a los de la alfalfa". En cambio el tajinaste blanco y el salado presentan niveles altos de minerales. Igualmente, en el caso de la materia seca comestible (MSC), el salado, la tedera y el corazoncillo presentan niveles elevados, mientras que los del tajinaste blanco son más bajos.
Ahorro de costes y protección del paisaje
El informe no se detiene en el análisis de los valores nutricionales de la cincos especies estudiadas, sino que además analiza la productividad de su cultivo por parte de los agricultores o ganaderos de Lanzarote. Según sostiene el documento, la explotación de forraje autóctono "supondría un impulso importante para el sector primario", y ayudaría a disminuir "considerablemente" la dependencia de la importación de granos, piensos y otros alimentos o subproductos fibrosos.
Otro de los factores favorables del cultivo de estas plantas sería su potenciación de una agricultura sostenible, con la diversificación de los cultivos y la recuperación de suelos marginales. El informe sostiene también que su plantación puede contribuir a la recuperación y "percepción paisajística de la isla y", por tanto, "a la creación de empleo".
Este proyecto ha sido subvencionado por la Fundación Biodiversidad (Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino) y por el Cabildo de Lanzarote, y ha sido desarrollado por la Universidad de La Laguna en el periodo 2008-2011 en el Centro de Día de Zonzamas y en la Granja Agrícola Experimental, habiendo colaborado personal de ambos centros dependientes del Cabildo. Además, también ha participado, en la última fase del proyecto la Escuela-Taller de "Paisaje sostenible rural y urbano. Lanzarote sostenible".