El administrador concursal de Thomas Cook, David Chapman, ha ha anunciado planes para devolver aproximadamente 320 millones de euros a los acreedores "no garantizados" del grupo de empresas que entró en liquidación en 2019.
En un procedimiento de quiebra hay acreedores que tienen preferencia. Por un lado los clientes institucionales y por otro, los acreedores garantizados, cuyo derecho de cobro está respaldado por un activo como ocurre con las entidades financieras.
Solo en Lanzarote, Thomas Cook dejó más de 10 millones de euros deuda con empresas hosteleras locales y una pérdida de negocio posterior calculada en unos 25 millones adicionales. En toda España afectó a más de 600 hoteles.
Chapman ha comunicado que se han vendido todos los activos del grupo, incluidas las franjas horarias en aeropuertos, inversiones en hoteles y sus agencias de viaje que eran propiedad de todo el grupo de empresas.
El administrador concursal animó a los acreedores a comprueben la situación de su reclamación lo antes posible, de modo que "podamos considerar si deben recibir alguna parte de los fondos que se distribuyen".
Aquellos acreedores que aún no lo hayan hecho deberán presentar su reclamación hasta el 2 de agosto. Se espera que los acreedores de esta última fase de pagos reciban su compensación antes de finales de septiembre de 2024.