FOTOS: Sergio Betancort
Los juniors grancanarios Raúl Santiago, del Club Natación Las Palmas, y Verónica Navarro, del HSP Triatlón, se proclamaron este sábado vencedores de la ‘XXIII Travesía a Nado El Río’, organizada por el Cabildo de Lanzarote a través del Servicio Insular de Deportes.
Raúl Santiago empleó un tiempo de 27 minutos y 27 segundos para recorrer los 2.600 metros de distancia que hay entre la playa Bajo El Risco (Famara) y la rampa del muelle de Caleta de Sebo (La Graciosa). Así, sumó su cuarta victoria consecutiva en la categoría absoluta. Estuvo acompañado en el podio por Betuel González y Víctor González, ambos con un registro de 28 minutos y 57 segundos. Verónica Navarro, vencedora en 2012, sumaba su segunda victoria absoluta con un tiempo de 30 minutos y 6 segundos; seguida de la ganadora de las dos últimas ediciones, la también junior Alexandra Sánchez (30:37) y de Natalia Melián (31:13).
A diferencia del pasado año, cuando la prueba tuvo que suspenderse a la hora y cuarto de su inicio debido a las fuertes corrientes, la travesía de esta edición se desarrolló en unas condiciones espléndidas, con buena temperatura, ausencia de viento y excelente estado de la mar, lo que permitió que en menos de 1 hora y 20 minutos los 603 nadadores que tomaron la salida ya hubieran atravesado la línea de meta.
Entre ellos destacaban dos nadadores por su veteranía: la británica Tony Mitchell de 84 años y Ricardo Armas, de 79. También merecen mención aparte los vencedores de las distintas categorías especiales: Lionel Morales, Andrés Martín, Manuel Mariscal, José Luis García, Antonio Muller y David Curbelo.
La entrega de trofeos contó con la presencia del presidente del Cabildo de Lanzarote, Pedro San Ginés, de los consejeros responsables de las áreas de Deportes y de Turismo de la primera Corporación insular, Patricia Pérez y Echedey Eugenio respectivamente, así como de la concejala del Ayuntamiento de Teguise y alcaldesa pedánea de La Graciosa, Alicia Páez.
Como es habitual, el desarrollo de la travesía estuvo caracterizado en todo momento por el ambiente festivo y la alegría reflejada por los nadadores desde el calentamiento previo, a base de ‘zumba’ en la explanada del muelle de Caleta de Sebo, así como por el numeroso público que siguió la travesía y que no cesó de animar a los participantes tanto desde las embarcaciones que siguieron de cerca la prueba como desde tierra firme.