El Villa de Santa Brígida no dejó escapar la ocasión de doblegar a una mermada UD Lanzarote y se impuso en el campo municipal de El Guiniguada por tres goles a uno en un partido en el que comenzó ganando el conjunto lanzaroteño.
El choque fue ganando en intensidad a medida que pasaban los minutos, una circunstancia propia de lo que se jugaban ambos contendientes en el envite. Los pupilos del técnico Paco Gutiérrez ofrecieron su mejor cara en la primera mitad, cuando disfrutaron de mayor posesión y exhibieron una apuesta prudente pero solvente de juego a domicilio. El Villa, en su lugar, le mantuvo en todo momento la cara al partido, incluso en los instantes que prefirió enviar balones bombeados hacia las inmediaciones de Marino en la primera mitad.
El equipo satauteño tuvo sus opciones con llegadas de Rosmen o Gustavo, pero la más clara ocasión de los primeros 45 minutos fue para la UD Lanzarote en una internada en el minuto 38 de encuentro. Yeray Ortega era derribado en área local por el portero Lisandro. La pena máxima era ejecutada por el propio jugador grancanario, un mal lanzamiento, muy centrado, que atajó el meta del equipo local.
Así se saldaba una primera mitad muy equilibrada. La segunda, como sucediera la semana pasada, comenzó con mucha fortuna para la UD Lanzarote. El canterano Óscar Martín le echó casta a la pugna de un balón dividido en una de las primeras jugadas de la reanudación, se escoró en banda, logró centrar el esférico hacia atrás y en llegada Fredrik chutaba con fuerza para anotar el primero del choque y adelantar a los "rojillos".
Apenas pasaban tres minutos desde el inicio de la segunda mitad y la UD Lanzarote volvía a poner en dificultades a un rival a domicilio. El gol espoleó a los jugadores de Toni Cruz y las alternativas en el juego y las llegadas fueron permanentes. Rosmen, delantero lanzaroteño enrolado este año en las filas grancanarias, se mostró muy activo en punta de ataque y, de no ser por una mano providencial de Marino, hubiera anotado la igualada.
Tuvo que ser otro viejo conocido de los "rojillos", el centrocampista Checa, quién lograra batir a Marino y obtener así el empate en el marcador apenas diez minutos después de inaugurarse el mismo. Y cuatro minutos después, en el colmo de la eficacia, Alex se encargaba de cabecear dentro un envío a la salida de un corner, aprovechando un error de la defensa rojilla. En esa misma jugada el cancerbero lanzaroteño veía la segunda amarilla y era expulsión.
El resto del partido fue un intento permanente de los lanzaroteños por alcanzar portería, aunque sin fortuna y chocando siempre ante la ordenada defensa blanquiverde. Ya en el minuto 43 de la segunda Gustavo conseguía el tercero para los locales y sentenciaba definitivamente.
La UD Lanzarote pierde así el primero de los derbis ante equipos canarios que le espera durante este mes de marzo. La próxima jornada recibe a un muy necesitado San Isidro en la Ciudad Deportiva. Los "rojillos" siguen con 38 puntos en la tabla, mientras que el Villa de Santa Brígida se queda con 37.