El exdirigente socialista canario José Miguel Pérez ha muerto este lunes a los 67 años tras una larga etapa batallando contra un cáncer, según han confirmado a EFE fuentes de su entorno y del PSOE de Gran Canaria.
Catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, José Miguel Pérez presidió el Cabildo de Gran Canaria entre 2007 y 2011 y luego desempeñó la responsabilidad de vicepresidente y consejero de Educación del Gobierno de Canarias (2011-2015), en un ejecutivo de coalición con Paulino Rivero (CC).
José Miguel Pérez llevaba años luchando contra un cáncer con altibajos en su salud por la enfermedad y los efectos de los tratamientos, pero este desenlace ha sorprendido incluso a sus amigos, que no se lo esperaban, ha confesado a EFE uno de ellos.
Al frente del PSOE de Canarias lo sucedió como secretario general el actual ministro Ángel Víctor Torres, quien ha recibido la noticia de su muerte en Valencia, donde asiste a una reunión del centro que coordina la respuesta ante los estragos de las riadas.
"Me llega el mazazo del fallecimiento de José Miguel Pérez. Un hombre luchador. Nunca se rindió. Un gran presidente de Cabildo y también vicepresidente del Gobierno de Canarias. Llevó las riendas del PSOE de Canarias en momentos nada fáciles", escribe Torres en su cuenta de la red social X.
Torres también ha difundido un vídeo de condolencias en el que recuerda a Pérez como "un magnífico político, un intelectual, un hombre justo y generoso", que ayudó mucho al PSOE con "su capacidad intelectual y su visión progresista de ayudar a los más necesitados".
"Siempre puso por delante un acuerdo a una disputa, un consenso a una disparidad, un argumento a un insulto. Lo echaremos de menos", concluye el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática.
José Miguel Pérez tomó las riendas del PSOE canario en 2010, en sustitución de Juan Fernando López Aguilar y dirigió al partido durante seis años, hasta que presentó su renuncia al cargo en noviembre de 2016, para centrarse en asuntos personales y, sobre todo, en su trabajo como catedrático universitario.
De su bagaje político, sus antiguos colaboradores recuerdan su talante conciliador, que ayudó a que, por ejemplo, el Gobierno de Canarias que constituyó junto a Rivero fuera el primer ejecutivo autonómico de coalición que terminaba una legislatura sin rupturas.
Durante su etapa como presidente del Cabildo de Gran Canaria, puso en marcha las negociaciones que permitieron que regresase a la isla el archivo personal del último presidente del Gobierno de la II República, Juan Negrín, que hasta entonces estaba en París.
En el Gobierno de Canarias, reaccionó a la expansión de las tasas de pobreza infantil que provocó en las islas la recesión de 2008 con una medida que luego otras comunidades reprodujeron: durante su mandato como consejero de Educación, los comedores escolares del archipiélago se mantuvieron abiertos también en las vacaciones de verano para ofrecer desayunos a las familias con menos recursos.
El programa estival de los comedores incluía, además, cursos de inglés y talleres lúdicos, con una doble finalidad: dar más contenido a su actividad y evitar que se estigmatizara a los menores que tenían que recurrir a ellos por falta de recursos.
