La Sección Sexta de la Audiencia Provincial de las Palmas ha suspendido el juicio previsto para este lunes contra los siete acusados de asaltar la casa en La Florida (San Bartolomé) de José Antonio Perera.
El motivo de la suspensión se debe a que uno de los acusados ha solicitado cambiar de abogado "porque no se siente bien representado por el actual".
El acusado Néstor, que compartía hasta este lunes letrada con otro de los inculpados, ha solicitado ante el juez Emilio Moya cambiar de defensa. "Quiero un abogado que solo defienda mis intereses", ha añadido.
Hasta abril del año pasado este había sido representado por otro abogado, pero después del fallecimiento de ese letrado esta compañera asumió su representación. Néstor, durante su intervención en la Sala ha solicitado cambiar de defensa. "Me di cuenta hace dos o tres semanas que quería otra abogada", ha asegurado, pero no lo trasladó a su representante hasta comienzos del mes de septiembre.
En ese momento, el juez pidió a los otro seis acusados que se pronunciasen si querían elegir a un nuevo abogado para evitar futuros aplazamientos por el mismo motivo. Otro de los inculpados José Miguel también solicitó un nuevo defensor de oficio.
Antecedentes
La causa juzga a siete personas, acusadas de los delitos de asesinato en grado de tentativa, robo con violencia en casa habitada y tenencia de armas prohibidas.
Además, cuatro de los acusados ya están en prisión por el asesinato a un hombre en Argana en marzo de 2015.
Los hechos se remontan a las 8.30 horas de la mañana del 18 de enero de 2016. De acuerdo con el escrito de acusación de la Fiscalía, los siete acusados presuntamente se hicieron pasar por miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y entraron en una vivienda de San Bartolomé, con sus dos propietarios dentro.
En el momento en el que entraron a la casa, ataron las manos de ambos propietarios y comenzaron a preguntarles dónde estaba la caja fuerte. Para hostigar al dueño de la vivienda, conocido carpintero del municipio, habrían comenzado a "golpearle por todo el cuerpo y a aplicar descargas eléctricas", según defiende el Ministerio Público.
Como resultado "provocaron diversas lesiones en uno de los moradores", lo que ocasionó "un alto riesgo vital". Dos meses más tarde y durante el periodo de recuperación, el hombre falleció de un tromboembolismo pulmonar.
Tal y como reveló el informe médico forense, este trombo evolucionó entre 25 y 60 días antes, de acuerdo con el Ministerio Público, en el periodo entre el asalto y la inmovilización de la víctima a causa de las heridas.