El Juzgado de Instrucción número 3 de Arrecife ha decretado el ingreso en prisión preventiva de uno de los nueve acusados de introducir droga en Lanzarote a través de las playas de Órzola. Mientras tanto, los otros ocho investigados han pasado a estar en libertad provisional. Así lo han confirmado fuentes de la Oficina de Comunicación del Juzgado a La Voz.
Inicialmente fueron detenidas seis personas, según informó esta redacción en exclusiva, pero tras dos nuevos operativos policiales se detuvo a tres investigados más, que no llegaron a ingresar en prisión.
A todos se les investiga por los delitos de tráfico de drogas, pertenencia a organización criminal y blanqueo de capitales. Además, no se descarta que uno de ellos esté investigado también por tenencia ilícita de armas.
Según informó la Policía Nacional el pasado marzo, se registraron diferentes domicilios en Arrecife, Tinajo, Teguise y Haría (Órzola). Inicialmente, se incautó un kilogramo de cocaína, 315 kilogramos de hachís, 63.000 euros en efectivo, nueve vehículos, dos embarcaciones y dos motos de agua.
La Policía Nacional a raíz de varias informaciones, tuvo conocimiento de que una organización criminal estaba introduciendo grandes cantidades de droga en las costas lanzaroteñas. Por ello comenzó una exhaustiva investigación policial a mediados del año pasado, donde pudieron confirmar que presuntamente un grupo organizado de personas introducían drogas en las costas del municipio de Órzola.
Para la supuesta introducción de las sustancias estupefacientes, uno de los miembros de la organización experto pescador de la zona y gran conocedor del mar, presuntamente utilizaba sus embarcaciones para acudir a los puntos de encuentro en alta mar para recoger la droga que luego llevaría a la costa.
La Policía Nacional aseguró que una vez que llegaba a las playas de Órzola, y junto con otros miembros de la organización descargaban y ocultaban la droga en varios domicilios.
Otro de los motivos de sospecha de los agentes que llevó a investigar a estas personas, era el alto nivel de vida que llevaban a pesar de que muchos de ellos no tenían empleos remunerados.