¿Cómo puede una familia vender un terreno que en realidad le fue expropiado años antes por el Ayuntamiento? Ésa es una de las preguntas que despierta el juicio que se está celebrando ante la Sección Primera de la Audiencia Provincial, por la presunta estafa en la venta de una parcela en la Rambla Medular de Arrecife.
La principal acusada defiende que “el terreno existe, está ahí”, pero la presunta víctima afirma que lo que le vendieron no es lo que le habían enseñado -que después descubrió que pertenecía a un vecino-, sino otro suelo colindante que en realidad había sido expropiado en 1990, y que está ocupado prácticamente en su totalidad por la Rambla Medular.
Una de las explicaciones de cómo se pudo originar esta situación está en el “desastre” que había en el Ayuntamiento de Arrecife, como lo ha definido el denunciante.
Por un lado, el Consistorio nunca llegó a inscribir en el Registro de la Propiedad el suelo que expropió para construir esa avenida, por lo que la parcela que previamente pertenecía a la familia Hernández Benasco, seguía a su nombre. Por otro, hay documentos clave en este pleito, relativos al expediente de expropiación de esa zona concreta de la Medular, que “desaparecieron” del Consistorio.
Así lo señaló este miércoles uno de los peritos que declaró en el juicio. En su caso, además de como perito compareció como testigo, ya que conocía a la principal acusada, Carmen García, que en su día actuaba como abogada del denunciante y fue su asesora en la compra.
“Con lo que me cuentas es de cajón, pero tráeme documentos”
Según ha explicado el perito, Francisco Alemán y su entonces abogada le contrataron para emitir un informe pericial, ya que un vecino reclamaba la titularidad de los terrenos que el denunciante creía haber adquirido.
“Fui más de 60 veces al despacho de Carmen”, ha relatado la presunta víctima, explicando que tras haber encargado ese informe pericial, la letrada no se lo entregaba . “Siempre me decía que más adelante, más adelante...” Hasta que finalmente llamó personalmente al perito y éste le dijo que había entregado su informe hacía meses, pero advirtiendo a la abogada que no tenía “suficiente documentación” para emitir una conclusión.
“Por la confianza que tengo con Carmen, le dije: Con lo que me cuentas, éste es el informe, porque esto es de cajón. Pero le dije: Tráeme documentos. Y estuve dos años esperando”, ha confirmado el perito.
Concretamente, él pedía el expediente de expropiación del Ayuntamiento sobre esa zona -que entraba dentro del llamado “lote 5”-, para verificar si era cierto lo que le habían trasladado, cuando le indicaron que ese suelo había quedado fuera de la expropiación.
“Nunca me los dieron y por eso dije: Ese informe no lo voy a ratificar. No se presentó nunca. Sin esa verificación, yo no iba a ratificarme en el informe”, ha declarado.
También ha añadido que “mucho tiempo después” de encargarle la pericial, terminaron yendo los tres juntos al Ayuntamiento para buscar esa información. “Con la peculiaridad de que miramos todos los expedientes que había, y el 5 había desaparecido. No había nada”, ha declarado, coincidiendo también en este punto con el denunciante. En el Consistorio estaba la documentación de todos los lotes de expropiación, menos del que afectaba a esa parcela.
“El Ayuntamiento es imprescindible en este pleito”
“Al cabo de un tiempo, Alemán me requiere, me dice que ha terminado con Carmen y que ha encontrado más documentos, para que le termine el informe”, ha explicado el perito.
Según el denunciante, fue al renunciar a su letrada cuando vio por primera vez “cuatro documentos” que Carmen García ya tenía en su poder, y que intentó retirar antes de entregarle el expediente. Al verlos, afirma que descubrió que había sufrido “un engaño”, y que la parcela que le vendieron no es la que le habían enseñado. Y según sostienen el denunciante y la Fiscalía, lo hicieron de común acuerdo la abogada, la pareja de ésta y los vendedores.
En su intervención, el perito ha declarado que esos “cuatro documentos” que le entregó después Francisco Alemán eran los que necesitaba para terminar su informe. Con ellos concluyó que “el dueño” del suelo que le vendieron “es el Ayuntamiento de Arrecife”. “Es todo calle. Está dentro de la expropiación”, ha insistido.
Además, ha cuestionado que el Consistorio debería estar personado en este pleito, ya que es “el dueño de esa finca”. “El Ayuntamiento es imprescindible en este pleito, porque es quien puede decir si todo fue expropiado, pero no les llamaron”, ha reiterado.
Y también se ha referido a otros problemas que se arrastran desde hace años. “Se hicieron unos expedientes de dominio de aquella manera. No hay un expediente de dominio”, ha señalado.
Pagando IBI por una parcela supuestamente expropiada
Por su parte, la defensa sostiene que la finca que le vendieron a Francisco Alemán “existe” y que está haciendo “disposición” de ella, al haberla registrado a su nombre. Incluso, le pidieron que confirmara si está pagando el IBI, a lo que respondió afirmativamente, tras explicar que ha dirigido escritos sin éxito al Ayuntamiento para que dejen de cobrarle ese impuesto. “Pregúntele a ellos por qué”, respondió.
De nuevo, la maraña está en la falta de concordancia entre el Catastro y el Registro de la Propiedad, e incluso en discusiones sobre los linderos -que ahora enfrentan también a unos terceros vecinos-, sobre dónde empieza y termina cada parcela y sobre a quién pertenece cada terreno.
De hecho, durante el juicio ha declarado otro perito, en este caso de la defensa, que ha expuesto conclusiones totalmente contrarias a las del perito de la acusación.
“Se expropió una finca, pero José Benasco era propietario de otra finca diferente, que es la que sus herederos vendieron”, ha sostenido.
Respecto al otro informe pericial y a la documentación que éste incluye para concluir lo contrario, ha señalado que le “echó un vistazo” y que hace “alusión a ella en su dictamen”, pero ha seguido discrepando.
Ambos testigos declararon de forma simultánea, en un tenso interrogatorio que se prolongó durante casi tres horas, con constantes paradas para examinar documentos en la mesa de los magistrados. Cada vez que uno de los peritos hacía referencia a un plano, se acercaba al estrado, junto a casi todos los abogados, para indicar exactamente a qué zonas se iba refiriendo.
Respecto a qué terreno fue expropiado por el Ayuntamiento, el perito de la defensa ha señalado que no fue “tema” de su “estudio”, y que su informe “se basa solo en el solar tema del pleito”.