El ex interventor de Arrecife, Carlos Sáenz, el empresario José Vicente Montesinos, y el actual gerente de Lancelot Medios, Javier Betancort, ya han aceptado sus condenas en la segunda pieza del caso Montecarlo. Tras confesar al inicio del juicio que malversaron 310.000 euros del Ayuntamiento de Arrecife, la Fiscalía ha propuesto una rebaja significativa en las que penas que pedía para los tres, aplicando como atenuante la "colaboración con la Justicia".
En el caso de Montesinos, deberá cumplir una pena de tres años, cuatro meses y 16 días de cárcel, mientras que Carlos Sáenz será condenado a tres años, tres meses y ocho días de prisión. Los dos deberán además hacer frente a una multa de 150.000 euros cada uno. En cuanto a Javier Betancort, la fiscal ha pedido una condena de un año y seis meses de cárcel, que también ha sido aceptada por su defensa.
Inicialmente, la Fiscalía pedía 15 años y medio de prisión para Carlos Sáenz y Montesinos por delitos continuados de malversación, prevaricación, falsedad documental, cohecho y blanqueo de capitales; y 5 años y 10 meses de prisión para Javier Betancort por malversación, prevaricación y falsedad documental.
Para el cuarto acusado y el único que no ha confesado, el abogado Federico Toledo, Fiscalía ha mantenido su petición de cuatro años y diez meses de cárcel por deslealtad profesional y como cooperador necesario del delito de malversación.
El juicio, que inicialmente estaba previsto que se desarrollara en tres jornadas, ha quedado visto para sentencia este mismo jueves en una sola sesión, al haber renunciado las partes a la mayor parte de los testigos. Los únicos que han declarado lo han hecho en relación a los cargos que se imputan a Toledo, que ha defendido su inocencia durante el juicio.
En cuanto a los otros tres acusados, al inicio de la vista se han limitado a decir "sí" cuando les han preguntado si reconocen los hechos recogidos en el escrito de acusación de la Fiscalía. Después, al final del juicio, sus abogados se han adherido a la modifición de las penas planteadas por la fiscal, aceptando así las condenas.