Tribunales

El condenado por una agresión sexual doble en el Carnaval de Costa Teguise acude al Constitucional

El hombre, de nacionalidad australiana y 59 años, se declaró culpable durante la celebración de un juicio rápido en Arrecife, pero asegura que "accedió por miedo a pasar más tiempo en los calabozos"

Fachada de los juzgados de Arrecife. Foto: José Luis Carrasco.

El Juzgado de Instrucción número 4 de Arrecife condenó el pasado 3 de marzo a un turista australiano de 59 años por agredir sexualmente a dos jóvenes, una de ellas menor de edad, durante la celebración del Carnaval de Costa Teguise este mismo año.

Tras llegar a una conformidad entre las partes y de acuerdo con el Ministerio Fiscal, antes de llegar al juicio oral el acusado aceptó la pena de prisión de un año y cuatro meses por dos delitos de agresión sexual, uno a menor de 16 años. Ahora ha presentado un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional y prepara un recurso ante el Supremo para tratar de revocar la sentencia judicial que lo condenó.

Con la aceptación de los hechos se le condenó también a la inhabilitación especial para el derecho del sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y la prohibición de acercarse a menos de 500 metros de las víctimas, su lugar de trabajo y cualquier otro lugar frecuentado por ellas durante tres años y cuatro meses. Ambas damnificadas renunciaron a la indemnización económica que la ley les otorga. 

Los hechos se remontan al pasado 3 de marzo cuando el acusado se encontraba en la verbena del municipio de Teguise durante la celebración del Carnaval. La sentencia judicial recoge que el autor confeso se dirigió a una menor de 13 años y le tocó las nalgas sin su consentimiento. La misma situación se repitió luego con otra joven de 23 años, a la que también tocó sin su consentimiento

La defensa del autor confeso, liderada por el abogado Pedro Sobrino, ha asegurado a La Voz que su cliente, que prefiere permanecer en el anonimato, no contó con un intérprete durante la celebración de la vista de conformidad, aunque sí en los calabozos, ya que su lengua materna es el inglés y ha denunciado "irregularidades" en la causa. 

Para el letrado esto generó una "situación de indefensión" en el imputado. Durante la celebración del juicio rápido ha reconocido que se le preguntó "si comprendía los hechos que le imputaban, si se encontraba en condiciones de prestar declaración y si quería declarar ante la Policía Nacional o ante la autoridad judicial". 

"Lo detuvieron sin saber nunca por qué lo estaban arrestando" y se celebró la vista sin que llegara "a comprender lo que estaba ocurriendo", ha defendido Sobrino. Además ha añadido que su representado "accedió exclusivamente por miedo a pasar más tiempo en los calabozos". 

En esta línea, ha indicado que "nunca le fueron entregadas copias [de la sentencia judicial] en su idioma y que en la vista no le asistió ningún intérprete para prestar conformidad", aunque ha añadido que sí contó con un traductor en los calabozos. "Mi cliente jamás comprendió las consecuencias de una conformidad, que no pasa por otra que declararse culpable. Jamás entendió que se había declarado culpable", ha añadido.

La defensa del ahora condenado basa su recurso en la doctrina del Constitucional, "que no es otra que la entrega de copia de la sentencia en su idioma materno. Los extranjeros tienen derecho a la traducción de las actuaciones judiciales", ha apostillado. 

Según su versión, el condenado no descubrió los delitos imputados hasta que pudo traducir la documentación que le fue entregada tras la sentencia. Ahora, ha amenazado con "agotar hasta la última via judicial" para revocar el fallo que lo condenó y que las actuaciones vuelvan al órgano judicial para dictar una nueva resolución.