El acusado de violar a una mujer en una discoteca de Puerto del Carmen ha reconocido durante el juicio que mantuvo relaciones sexuales con ella, pero ha asegurado que fueron "consentidas". Un testimonio totalmente contrario al de la mujer, que afirma que fue atacada y agredida sexualmente, y que supone un cambio frente a la primera declaración que él mismo prestó ante la Guardia Civil en la que, según han manifestado varios agentes, alegó que "había consumido drogas" y que "no recordaba haber tenido relaciones".
La denunciante no ha estado presente en la vista oral pero, durante la misma, se ha emitido una grabación con su declaración que fue grabada como prueba anticipada. En un principio, dicha grabación no podía escucharse correctamente en la sala y la Fiscalía ha llegado a pedir que se suspendiera el juicio. Sin embargo, finalmente, los problemas de audio se han resuelto y el juicio ha seguido adelante, aunque el acusado no ha declarado hasta el final del mismo a petición de su abogado.
Así, la vista oral ha comenzado con el relato de la denunciante, una joven inglesa que se encontraba de vacaciones en la isla en el momento de los hechos, que tuvieron lugar en la madrugada del 1 de diciembre de 2017. Según ha explicado, aquella noche salió de fiesta con una amiga por el Centro Comercial Atlántico y, sobre las 05:00 horas, fueron a la discoteca en la que asegura que fue agredida. Allí, ha detallado que fue al baño sola y que, cuando se disponía a cerrar la puerta tras dejar la cerveza que llevaba encima del váter, se encontró al acusado dentro del mismo, quien "cerró la puerta" de la cabina del baño y la "empujó contra la pared".
La mujer afirma que vio "perfectamente" al acusado
Tras ello, ha afirmado que el acusado "se bajó la cremallera de los pantalones" y que, tras apartarle el pantalón y la ropa interior, la llegó "a penetrar" mientras ella "gritaba" sin que nadie la escuchara y le "golpeaba en el pecho" con el único brazo que tiene, ya que la mujer presenta una mutilación de un brazo por debajo del codo. Dicha agresión, según ha expuesto, duró unos "dos minutos", hasta que finalmente consiguió "zafarse y huir".
"Salí gritando y llorando", ha declarado la víctima, que ha apuntado que entonces se fue fuera de la discoteca porque "no sabía" dónde estaba su amiga. Allí, ha señalado que se le acercó un chico al que conocía porque lleva "20 años viniendo a la isla" y que le contó lo ocurrido. Sin embargo, ha indicado que aunque éste entró al local a buscar al agresor, ya no lo encontró. "El bar tiene dos puertas", ha manifestado, indicando que debió de salir por otra distinta porque ya no lo vio.
Posteriormente, la mujer ha relatado que apareció su amiga y también otro hombre, que luego supo que era el encargado del local. A él también ha indicado que le manifestó que había tenido "un problema con un chico" pero que no le quiso contar que "había sido violada". Tras ello, ha apuntado que al día siguiente, ya por la tarde, acudió a denunciar los hechos, afirmando que no lo hizo antes porque "no sabía cómo llegar" a la policía y estaba "asustada".
Sobre el acusado, además de dar una descripción de la ropa que llevaba, ha indicado que lo vio "perfectamente" y que lo "conocía de vista" aunque "nunca había hablado con él". Cuestionada sobre sí había consumido alcohol aquella noche, la denunciante ha dicho que sí, pero que era "plenamente consciente" de lo que ocurría.
Un cambio de versión en el testimonio del acusado
Por su parte, el procesado ha afirmado que conoció a la mujer "el mismo día" de los hechos en el propio Centro Comercial Atlántico de Puerto del Carmen y que fueron a la discoteca juntos, tras haber estado anteriormente en otro local con otro amigo suyo y la amiga de la víctima. Después de estar "bailando" con ella, E.H.B. ha señalado que es cierto que fueron al baño y que mantuvieron relaciones sexuales, pero ha insistido en que fueron "consentidas".
Sin embargo, como se ha señalado anteriormente, agentes de la Guardia Civil que han declarado en el juicio han puesto de manifiesto que, en sus primeras declaraciones, el acusado dijo que "había consumido cocaína" aquella noche y que "no recordaba haber tenido relaciones con ninguna chica".
Según han expuesto, fue además el propio acusado quien se presentó en el cuartel de la Guardia Civil "de forma espontánea", después de que los agentes estuvieran preguntando por la zona del Varadero de Puerto del Carmen, donde trabajaba E.H.B., para localizar a posibles testigos. Y es que, los agentes habían tenido conocimiento de que la gente que se encontraba en la discoteca esa noche podían ser camareros de otros locales.
En el juicio también han declarado dos médicos forenses, que han apuntado que se halló ADN del acusado en la vagina de la mujer. Asimismo, han afirmado que la denunciante presentaba una herida en el muslo que podría haberse producido "por frotamiento", indicando que aunque no había signos de agresión sexual, en una mujer adulta puede ser normal si la misma se ha producido además en un corto espacio de tiempo.
Asimismo, en la vista oral también han prestado declaración el encargado de la discoteca y una amiga del acusado, coincidiendo ambos en su testimonio en que habían visto "juntos" a E.H.B y a la denunciante en la noche de los hechos. En el caso del encargado del local, ha corroborado que la mujer le dijo que había tenido "un problema con un chico" dentro del local, aunque ha manifestado que posteriormente entró al mismo y "no había nadie".
Con respecto a la amiga del acusado, aunque en fase de instrucción declaró incluso que los había visto entrar juntos al baño según ha indicado el abogado de la defensa, durante el juicio ha apuntado que no lo recordaba bien y que solo podía asegurar que los vio en dos locales distintos.
Fiscalía mantiene la petición de pena de 14 años de prisión
En sus conclusiones, Fiscalía ha mantenido su petición de 14 años de prisión para el acusado, al considerar que los hechos son constitutivos de un delito de agresión sexual. Y es que, el Ministerio Fiscal considera prueba suficiente el testimonio de la víctima al haberse "mantenido sin cambios" y haber "identificado de manera espontánea al acusado". "No lo conocía de nada", ha señalado además, apuntando que por tanto considera que hay "ausencia de venganza" en su testimonio.
Además, la fiscal ha resaltado que el hecho de que el acusado asegurara que no había mantenido relaciones sexuales en un primer momento, destacando que solo dijo lo contrario una vez que se supo que se había encontrado su ADN en las muestras tomadas a la denunciante.
Además de 14 años de prisión, Fiscalía pide que E.H.B. indemnice a la víctima con 10.000 euros "por los daños causados", así como que se le imponga la prohibición de acercarse a menos de 500 metros o comunicarse con ella durante 18 años. Asimismo, en caso de ser condenado, el Ministerio Fiscal solicita que se le imponga la medida de libertad vigilada al acusado por un periodo de 10 años una vez cumpla la pena, consistente en la prohibición de acercarse a la víctima a menos de 300 metros y a cualquier parque infantil, además de la obligación de participar en cursos de educación sexual.
No obstante, dado que el acusado es extranjero, en concreto de nacionalidad marroquí, paralelamente solicita su expulsión del país cuando cumpla la condena. Al respecto, el Código Penal establece que si un extranjero es condenado a una pena superior a un año, ésta será sustituida por la expulsión del país. Sin embargo, en condenas superiores a cinco años, como podría ser el caso, se establece que el juez puede acordar que se ejecute toda o parte de la pena en España, y llevar después a cabo la expulsión.
En el presente caso, Fiscalía pide que el acusado cumpla la condena en España "en atención a la entidad y gravedad del delito y de la pena", hasta que acceda al tercer grado o se le conceda la libertad condicional, solicitando que en ese momento sea expulsado del país, con la prohibición de regresar a España durante 10 años
La defensa pide su absolución: "El relato de la víctima hace aguas"
Por su parte, la defensa ha pedido la libre absolución de E.H.B., al "no estar conforme con que prevalezca el testimonio de la víctima". "El relato que se nos proporciona hace agua, tiene muchos flecos y no logra reunir unos requisitos", ha manifestado el abogado del acusado.
Al respecto, ha destacado el hecho de que la víctima no fuera a denunciar "hasta la tarde del día siguiente" alegando que no sabía cómo llegar a la comisaría cuando "llevaba 20 años viniendo a Lanzarote" y el que no presentara signos de agresión sexual, a pesar de lo manifestado por las médicos forenses.
"No se le ve reproche o inquina", ha añadido además la defensa, resaltando que la denunciante "no tardó ni un segundo en reconocer" al acusado.
Con respecto al hecho de que éste negara en un principio haber tenido relaciones sexuales con la víctima, ha apuntado que "no es para nada incriminatorio". Así, ha defendido su inocencia, señalando que igual la chica "tenía un novio al que le tenía que explicar qué había pasado" y de "ahí la venganza". "¿De verdad vamos a creer que una persona puede lograr penetrar a una persona apartándole el pantalón", ha concluido.