La Asociación de trabajadores penitenciarios, Tu Abandono Me Puede Matar (TAMPM) denuncia un nuevo incidente en la cárcel de Tahíche. Una interna provocó un incendio en la celda tras quemar su ropa.
Según señalan desde el colectivo, fue durante el reparto del desayuno cuando comenzó a gritar y amenazar al resto de la población reclusa por lo que "al no desistir de su actitud" fue aislada por orden del Jefe de Servicios en una zona habilitada, a la que los profesionales penitenciarios denominan "americana", "con la intención de calmarla".
"Es allí dentro donde la interna en cuestión comienza a desprenderse de sus prendas de vestir y toma la decisión de prender fuego a la ropa, ocasionando en pocos minutos una gran humareda que hace saltar la alarma de incendios, obligando a los compañeros a equiparse con los equipos de extinción para apaciguar el fuego y reducir a la interna para sacarla de allí", añaden desde TAMPM.
Posteriormente se le traslada a la enfermería "ante la imposibilidad de hacerle entrar en razón y debido al riesgo de que se infrinja severos daños así misma o a terceras personas".Tras la evaluación del médico del centro y los mandos del Centro deciden retirar la sujeción y devolver a la interna al módulo de mujeres.
Desde la asociación "agradecen otra vez la profesionalidad que han vuelto a demostrar los funcionarios de prisiones que se encuentran en este centro y denunciar las condiciones en las que venimos ejerciendo nuestra labor que es considerada esencial por nuestro Ministro Fernando GrandeMarlaska pero después de años de movilizaciones no se ha hecho nada para remediarlo".
Por último, recuerdan que los profesionales penitenciarios siguen sin ser Autoridad dentro de los Centros Penitenciarios lo que ocasiona agresiones diarias en el conjunto de las Prisiones españolas, sufren un déficit de personal de más de 3400 plazas sobre una plantilla de 23000 funcionarios ocasionando una gran carga de trabajo y teniendo en muchos casos que lidiar un solo funcionario con 120 internos; no reciben una formación continua sobre situaciones como las que se ha relatado anteriormente, sino cursos anuales de dos días de duración para una veintena de funcionarios; y sin olvidar el agravio comparativo con nuestros homólogos catalanes que cobran una media de 600 euros más aun teniendo que lidiar en nuestro caso con los peores delincuentes ( Terrorismo, Audiencia Nacional, Banda Armada...)