Sucesos

Un portero de discoteca de Puerto del Carmen niega haber golpeado a un cliente: "Nunca había tenido una denuncia"

La supuesta víctima declara que el acusado se giró y sin mediar palabra le dio un puñetazo que le hizo perder un diente. La Fiscalía ha pedido la absolución. El desarrollo del juicio ha estado marcado por los problemas para realizar la videoconferencia con un testigo...

Un portero de discoteca de Puerto del Carmen niega haber golpeado a un cliente: Nunca había tenido una denuncia

"Llevo 10 años trabajando en la noche y nunca he tenido una denuncia, jamás, es la primera vez. Quería que supieran esto". De esta manera se ha dirigido el acusado de un presunto delito de lesiones al tribunal de la Audiencia Provincial de Las Palmas, durante un juicio que ha tenido lugar este lunes en Arrecife. La acusación particular pedía 6 años de prisión para este portero de discoteca por supuestamente pegar un puñetazo a un cliente, algo que ha negado. Tanto la Fiscalía como la defensa han solicitado una sentencia absolutoria, ya que consideran que no ha podido ser probada la autoría de estos hechos.

El incidente se remonta al 21 de octubre de 2012. Todo ocurrió en la discoteca Heineken, de El Varadero, en Puerto del Carmen, sobre las 2 de la madrugada. El portero ha explicado durante el juicio que vio una pelea dentro del local, decidió intervenir y sacó de la discoteca a un joven, que estaba "aturdido del puñetazo que le dieron".  Según el portero, el cliente le miró y le preguntó "por qué me pegaste", a lo que éste contestó "no te he tocado".

La versión del joven ha sido muy diferente, aunque no ha convencido a la Fiscalía. El agredido ha explicado que estuvo bebiendo unas copas en la explanada de El Varadero y, sobre las 2 o 3 de la madrugada intentó entrar a la Heineken. Había "un tapón de gente" y de pronto el portero "se giró" y le propinó un puñetazo, según su versión, que hizo que perdiera un diente.

"No tuve ningún percance en el local. Creo que el portero estaba nervioso y me tocó a mí. Estaba de espaldas pero se giró y me dio un puñetazo así porque sí. Me caí y empecé a buscar el diente", ha indicado este joven, que reclamó al portero que le pagara la pieza dental. El afectado no fue al médico hasta el día siguiente. "Estaba en un estado anímico muy bajo, muy mal por el tema del diente", se ha justificado.

 

El altercado fue "dentro del local"


Varios testigos han tenido que declarar durante el juicio, entre ellos, el propietario del local, que ha mantenido una versión muy parecida a la del portero. En este sentido, ha contado que estaba con dos agentes de la guardia civil, que en ese momento estaban como clientes fuera de servicio, tomando algo en la barra de la discoteca. "Dentro del local se formó un altercado. Una persona salió corriendo y otra estaba sangrando de la boca. El portero estaba a la entrada del local y el altercado fue dentro", ha insistido.

Sin embargo, una amiga del joven ha apoyado la declaración del agredido. "Había mucha gente en la puerta de la discoteca. Él dijo que nos dejaran pasar (en referencia a su amigo). Sin mediar palabra, el portero se giró y le dio un puñetazo", ha defendido, al tiempo que ha asegurado que su amigo no inició ninguna pelea.

Esta testigo no ha conseguido clarificar si el portero le agarró del cuello al joven o no, ya que en la fase de instrucción dijo que no, pero durante el juicio de este lunes ha contado lo contrario. "Vi que le agarraba del cuello", ha asegurado. No obstante, interrogada por este asunto, ha añadido que vio "cómo le dio el puñetazo" y cómo "alzaba la mano". "No sé si le apretó mucho o no, lo que vi fue el movimiento".

Volvió a entrar "no sé si a buscar pelea"


Uno de los guardias civiles testigos de los hechos, que no estaba de servicio, ha asegurado que el altercado se formó dentro y no en la puerta. "No creo que el portero participara en la pelea, yo al menos no le vi y le habría visto con lo grande que es", ha defendido. Ni él ni su compañero intervinieron en esta pelea.

Ante estos hechos, desde el local requirieron la presencia de la Policía Local y también de la Guardia Civil. "Había un chico que sangraba por la boca. Al parecer, había habido una pelea en el local. Estaba bastante alterado, posiblemente estuviera bajo los efectos de algo. Me contó que un empleado del local le había golpeado la boca y le había roto un diente", ha asegurado un policía local.

En su declaración, ha afirmado que "se puede decir" que el joven "estaba agresivo", ya que quería volver a entrar en el local con el diente roto y la cara ensangrentada "no sé si a buscar pelea", ha señalado. "Le dijimos que se tranquilizara, que ya había pasado, que fuera al médico, luego pusiera una denuncia y ya está".

Fallos en la videoconferencia y cambio de sala


El siguiente testigo tenía que declarar por videoconferencia, pero varios fallos técnicos han retrasado su declaración. Primero, se ha intentado hacer la videoconferencia desde la sala donde se estaba celebrando el juicio, pero no funcionaba la conexión. Finalmente, el tribunal ha decidido trasladar el juicio de lugar, a la sala de vistas número 3 y probar con ese aparato de videoconferencia.

Tampoco ha sido nada fácil. Primero, se han detectado problemas con la conexión. El testigo, un guardia civil que ya no está en la isla, escuchaba y veía al tribunal, pero en Lanzarote ni se oía, ni se veía la imagen. El presidente del tribunal y la fiscal han decidido salir a buscar otra sala para poder terminar el juicio, mientras la secretaria judicial seguía intentando conectarse.

Al parecer, había una incompatibilidad del sistema, ya que se estaba intentando realizar una conferencia con Cuenca, no con una sede judicial en Canarias. Una vez han regresado el juez y la fiscal, se ha seguido intentado realizar la conexión. Tras varios minutos, el tribunal ha decidido que era mejor suspender el juicio y continuarlo tras otro procedimiento que iba a juzgar la Audiencia Provincial y que ya empezaba con mucho retraso. Justo cuando se estaban levantando de la sala, la videoconferencia ha comenzado a funcionar.

Así, se ha podido reanudar la vista, con la declaración de este guardia civil, que ha contado una versión muy similar a la de su compañero, es decir, que la trifulca tuvo lugar en el interior del local, "al fondo", no en la entrada como defiende el joven.

 

Seis años de cárcel y 9.929 euros


Tras escuchar todas las declaraciones, la acusación particular ha mantenido su solicitud de seis años de cárcel para el acusado y de 9.929 euros como responsabilidad civil al quedar "acreditada la culpabilidad" del portero.

Sin embargo, el Ministerio Fiscal ha solicitado una sentencia absolutoria, al considerar que las dos distintas versiones que existen sobre los hechos "impiden acreditar la autoría de las lesiones". Además, ha señalado que existen "dudas razonables" sobre la autoría. 

La defensa también ha pedido la absolución de su cliente, que ha decidido hacer uso de su último turno de palabra para pedir que se hiciera justicia.