Voluntarios de la protectora de animales Sara están tratando de recuperar a un podenco, que llegó a sus instalaciones con "el ojo estallado". Los agentes del Seprona denunciaron a su dueño el pasado 8 de septiembre y levantaron contra él "cuatro expedientes administrativos por cuatro conceptos diferentes" relacionados con el animal, según ha confirmado la Guardia Civil a La Voz.
El Seprona acudió a la vivienda de este hombre, al que denunció y pidió que llevara el animal a la protectora para que fuera tratado. Los voluntarios recibieron a este podenco, al que han puesto de nombre Clavel, y tuvieron que extirparle el ojo. "Ahora se está recuperando favorablemente y bastante rápido", señala Flavia Baridon, una de las voluntarias.
Baridon cree que el problema del ojo puede ser o bien "de un golpe o de algo que no fue tratado". El dueño explicó a los miembros de la protectora que llevaba "un tiempo con el ojo mal" y que no lo llevó a un veterinario, por lo que le "acabó estallando"."El dueño entregó al perro sin resistencia después de que se lo dijera el Seprona. No hubo mucha conversación con él, porque suele ser difícil mantener conversaciones con los cazadores", asegura Baridon.
Este animal, que tiene 5 años, llegó a la protectora con un comportamiento "muy asustadizo". "La mayoría de podencos suelen llegar así. Ahora, Clavel está ganando poco a poco confianza con los cuidadores, está animado, come bien y tiene buen apetito", asegura esta voluntaria.
La protectora esperará en darlo en adopción a que se curen sus heridas y a que su comportamiento no sea tan asustadizo. "Si hay alguien que quiera ayudarle, puede llamarnos y cuando se recupere, adoptarlo", señala esta voluntaria.
En estado "lamentable"
Además, desde la protectora aseguran que los animales que están llegando últimamente a su sede tienen un estado de salud "lamentable". "Hace unos dos meses llegó una podenca, que sigue en Sara recuperándose. No le había llegado a estallar el ojo, pero el globo ocular estaba hacia fuera. Estamos absolutamente desbordados y más con el estado lamentable en el que están llegando perros y gatos", advierte Flavia Baridon.