El turista inglés que agredió a tres guardias civiles al llegar al aeropuerto de Lanzarote el pasado jueves, había intentado abrir la puerta de emergencias en pleno vuelo, según han informado fuentes de la Guardia Civil.
Además, apuntan que el hombre estuvo en estado agresivo durante todo el viaje, probablemente por el consumo de drogas o alcohol.
Antes de que el avión aterrizara en la isla, el hombre ya había tenido que ser reducido por dos pasajeros, que eran policías y viajaban también a la isla de vacaciones. Después, al llegar a Lanzarote, la tripulación del vuelo alertó a la Benemérita. Los agentes subieron al avión para detenerlo, pero se resistió a golpes.
Los tres guardias sufrieron numerosas contusiones e incluso esguinces de hombro al reducirlo, ya que, según el portavoz de Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC), José Cobo, lel pasajero empleó una “fuerza desmedida”.
“Una persona muy agresiva, en ese estado de alteración, es muy peligrosa porque no siente los golpes, por mucho que le des porrazos, pero nosotros sí, claro”, explican desde la AEGC. Debido a las lesiones, los tres agentes han tenido que pedir la baja médica.
A esto, se le suma la problemática del espacio dentro de un avión, siendo muy reducido y con muchos obstáculos. “No teníamos espacio suficiente, pero si hubiera sido fuera del avión tampoco habría sido fácil, porque la fuerza en ese estado supera a la normal”, añade el portavoz de la asociación.
El turista fue detenido este jueves 26 de mayo y pasó a disposición judicial.