"La cara de ese niño frente a la mía, con los ojos abiertos, no me la va a quitar nadie. Y tampoco la impotencia de que me faltaron esos cinco minutos para poder sacarlo con más vida de lo que le saque". Es el desgarrador testimonio de Daniel Corujo, miembro del club de buceo Pastinaca, que logró sacar del agua al pequeño fallecido este fin de semana en Puerto Naos, cuando se precipitó al mar el coche en el que viajaba con su madre.
Para Daniel, la carrera contra el reloj comenzó cuando un policía apareció en la sede del club en la noche del pasado viernes, pidiendo una linterna porque había habido una emergencia. Pero cuando el agente se dio cuenta de que estaba en un club de buceo, reclamó su ayuda explicándoles que había un niño atrapado en un vehículo que había caído al agua. "Como mucho tardamos seis minutos en coger los equipos, llegar al lugar y entrar al agua", explicaba Daniel en el programa La Destiladera, de Radio Lanzarote, donde ha querido expresar su indignación por lo que encontró al llegar a Puerto Naos.
"Había buceadores de bomberos, de Cruz Roja, supuestamente de Emerlan, que es quien tiene la competencia adquirida para temas de rescate acuático, y no había un solo equipo de buceo. De nada sirve que manden 20 ambulancias si no mandas un buceador", denuncia Daniel, sentenciando que "es como si yo llamo a los bomberos porque se me está quemando la casa y traen el camión sin agua".
Pese a que los cuerpos de seguridad ya llevaban varios minutos en el lugar, en el agua sólo había un agente de la Policía Local de Arrecife, que sehabía lanzado al mar con lo puesto. "A este señor es a quien hay que agradecerle lo que estaba intentando hacer, porque estaba a oscuras, sin gafas, sin poder ver, tocando un vehículo boca abajo? Es muy fácil enredarte en ese vehículo y quedarte ahí, y ya no sería una vida, serían dos", apunta Daniel.
"Cuando yo llegué, el policía tenía la cara desencajada de la impotencia que tenía, y aún así se ofreció a bajar conmigo para ayudarme a abrir el maletero del coche para poder sacar al niño". En total, en un minuto y veinte segundos, según el reloj de Daniel, había completado la inmersión de seis metros y volvió a la superficie con el niño en brazos, aún con un aliento de vida.
Por eso, cuando se le pregunta si cree que los servicios de emergencias podrían haberle salvado la vida si hubieran llevado el equipo de buceo, no duda su respuesta. "Hombre, claro. Si cuando yo le saqué llevaba quince minutos en el agua y tenía restos de vida y se le intentó reanimar, esa gente que estaba ahí, que llevaba cinco minutos, con un solo equipo que hubiera llevado, ese niño estaría vivo". Y de esa frase, a la rabia. "Como eres tú de una unidad de rescate y me llegas a una emergencia acuática sin equipo de buceo. Pues no vengas. Están cobrando, les están pagando subvenciones, medios? Si tienen gente de guardia, tienen que tener los mínimos recursos para atender una cosa de esas", sentencia Daniel.
Una rabia que compartían muchos de los vecinos que se acercaron al lugar la noche de la tragedia y que asistieron a una angustiosa espera. "Cuando yo me tiré al agua me dijeron de todo menos bonito", recuerda Daniel. "La gente pensaría que era de Emerlan, de Cruz Roja?", pero no un simple aficionado que tuvo que intervenir ante la pasividad de los cuerpos de emergencias.
"Resulta que los bomberos tenían el cuerpo de rescate acuático y se les quitó para dárselo a Emerlan. ¿Y Emerlan qué es? ¿Rescate de qué, rescate de cadáveres? No sacan una vida del agua", lanza Daniel mientras aumenta su indignación. "Y después vienen a decir que lo hicieron bien, que mandaron una ambulancia medicalizada, que mandaron? como si me mandas un helicóptero, mi hijo. Si no me mandas un buzo que me saque a la víctima del agua, da lo mismo".