Joaquín G. B., de 27 años, descargaba e intercambiaba fotografías con otros usuarios en las que aparecían menores "de edades notablemente inferiores a los trece años" realizando prácticas sexuales explícitas, "con otros menores y con personas mayores de edad". Unos hechos, que la Audiencia Provincial ha considerado probados "con la intención de satisfacer sus deseos libidinosos y los de terceros" y por los que tendrá que cumplir una pena de seis años de prisión y de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena.
La red de prostitución estaba establecida a través de una de unos programas de intercambios de ficheros, Peer to Peer, en concreto, la red Edonkey, y a través del programa Emule. Los ficheros, de contenido pornográfico, fueron detectados en el disco duro de su PC. En 650 fotografías de menores, que no han sido negadas por el autor del delito, aunque durante el juicio, que se celebró el pasado mes de abril en Arrecife, basó su defensa en que "desconocía que al mismo tiempo que se descargaban los citados archivos se compartían con otros usuarios de la red".
La Sala finalmente ha resuelto que el acusado era consciente de que "al descargarse los citados archivos pornográficos, los mismos eran compartidos con otros usuarios de la red", ya que el sistema es de "beneficio creciente, es decir, cuantos más ficheros comparta más privilegios tendrá a la hora de bajar contenidos", por lo que "el interés del usuario de pornografía infantil es compartir sus colecciones". Por tanto, se ha considerafo probada su participación directa, material y voluntaria.