El hallazgo de 100 macetas de marihuana en un domicilio en El Charco de San Ginés, en Arrecife, ha vuelto a poner de manifiesto el cultivo de esta droga en Lanzarote. Pese a que este tipo de incautaciones de tanta cantidad de plantas no suele ser habitual en la isla, según informa la Policía Nacional, lo que sí se está extendiendo es el sembrado de varias plantas para el consumo propio y no para el tráfico de estupefacientes. "Mucha gente tiene una o dos plantitas en casa para consumir ellos", explica el jefe de Policía Local de Arrecife, José Antonio Lasso.
Quizá por eso, el tema genera una gran controversia entre los lectores cada vez que se produce una incautación. En los foros, mientras algunos rechazan su utilización, muchos defienden su legalización y afirman que la policía debería dedicarse a detener a los grandes camellos. La opinión de estos lectores choca con la última intervención de la Policía Local, que detuvo a una persona este martes en las inmediaciones de la Escuela Pancho Lasso de Arrecife con "cinco trozos de unos 3 centímetros de hachís, un cigarro porro y 20 euros".
Tras un suceso como el de El Charco de San Ginés, La Voz se puso en contacto con las dos tiendas que, en Arrecife, venden semillas de marihuana, algo que paradójicamente sí es legal. Sin embargo, ante la polémica que genera este tema, desde ambos comercios prefirieron mantenerse callados y se mostraron recelosos a dar detalles sobre su venta.
Según datos del Ministerio de Interior de 2008, el consumo de esta sustancia, más conocida como "maría", sigue siendo algo menor que el del hachís. Así, se aprehendieron 682.671.918 gramos de hachís a nivel nacional, mientras que de marihuana se incautaron de 3.751.076 gramos. En este mismo sentido se pronuncia Lasso, que indica que ha aumentado el consumo de las llamadas drogas blancas. "Se ve bastante consumo y un trapicheo menor", señala.
El gran laboratorio casero
Con el término "trapicheo" lo que Lasso quiere decir es que lo habitual es "pillar" a una persona en la vía pública con esta droga, aunque en pequeña cantidad. La Policía Local de Arrecife remite entre 15 y 20 denuncias semanales por consumo y tenencia ilícita de de cannabis en la calle.
Pese a que esto sería lo común en la venta de esta sustancia, la pasada semana la Policía Nacional se encontró con algo bien diferente, con un verdadero invernadero de marihuana en un domicilio de El Charco de San Ginés. Allí, hallaron 100 macetas de esta sustancia, que pesaban más de ocho kilos y que fueron encontradas después de que los agentes fueran avisados de que se estaba produciendo un robo en esta vivienda, que estaba deshabitada. "Sólo se utilizaba como invernadero", indicaron fuentes de la Policía Nacional. Los agentes detuvieron a dos personas, una mujer de 37 años, natural de Arrecife, y un hombre de 35, de Pontevedra, que tenían un contrato de alquiler por el piso.
En el interior del domicilio había un laboratorio casero para el tratamiento de las hojas, con sistema de riego individualizado, filtros de aire y tuberías por toda la planta. Incluso, la vivienda disponía de un sistema de agua mecanizada, deshumidificadores, lámparas de calor, ventanas opacas y productos químicos. La Policía Nacional comprobó que toda la vivienda estaba acondicionada exclusivamente como plantación y laboratorio.
Éste no es el único hallazgo que se ha producido en los últimos días. La Guardia Civil detuvo a finales de febrero a un italiano por tener una plantación de marihuana en el jardín de su casa. El hombre, de 34 años, tenía siete macetas "presumiblemente" de maría en su vivienda, ubicada en el Faro de Pechiguera, en Playa Blanca.
Perfil del consumidor
Se tiende a pensar que son los jóvenes los consumidores tanto de hachís como de marihuana pero, sin embargo, las dos drogas las utilizan "tanto chicos como mayores". No obstante, sí que es cierto que el hachís se suele relacionar más con la gente joven y, la marihuana, con los adultos, ya que normalmente son estos los que "tienen una o dos plantitas en casa para fumársela ellos", según indica el jefe de Policía Local de Arrecife, José Antonio Lasso.
Lo que está claro es que la forma de consumir de unos y otros es muy diferente. "Lo que ocurre es que la marihuana, cuando se trata de la hierba, es decir, cuando se fuma, implica que la gente en Lanzarote la cultive", indica Lasso. "La gente mayor la fuma tranquilamente en su casa y, por el contrario, el menor la consume en la calle y en grupo y es el que realiza el pequeño trapicheo".
Los motivos para fumar son muchos, aunque básicamente son dos, su fin lúdico o terapéutico. Al primero de estos motivos se acoge un italiano de 33 años, que lleva consumiendo marihuana desde hace seis años. Lo hace porque le gusta y le relaja. "Me parece muy agradable, tiene un buen olor y un buen sabor", defiende. Al igual, se pronuncia un lanzaroteño, de 34 años, que fuma esta sustancia desde que era un adolescente. Además, él la cultiva para consumo propio y porque de esta manera, según dice, "sé lo que fumo".
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