El Ayuntamiento de Haría se enfrenta a tres denuncias administrativas por la última Fiesta de La Pamela, celebrada el pasado 19 de agosto en Órzola. Además de esas 3 denuncias contra el Consistorio, la Guardia Civil ha tramitado otras 5, contra varias empresas que se encargaron de distintos aspectos logísticos para la celebración. El motivo de todas ellas fue la falta de permiso de la Demarcación de Costas, ya que se produjo una "ocupación del dominio público marítimo terrestre" que no estaba autorizada. Concretamente, al carecer de esa autorización, el Ayuntamiento habría incurrido en 3 infracciones graves distintas, según ha explicado la Benemérita. Las multas por esos incumplimientos del Reglamento de Costas pueden llegar a los 300.000 euros.
Según ha confirmado el cuerpo policial a La Voz, la Guardia Civil ha tramitado, además de esas 3 denuncias contra el Ayuntamiento, otras 5 contra 4 empresas que se encargaron de los aspectos logísticos de la fiesta. Entre las infracciones "graves" que habría cometido el Ayuntamiento al celebrar esa fiesta en la playa del Caletón Blanco, la primera a la que aluden las denuncias hace referencia a la "ejecución no autorizada de obras e instalaciones" en ese dominio público, ya que se colocó un escenario, una larga barra de bar, baños públicos, etcétera. A ésta se suma otra denuncia por haber "anunciado y promovido la ocupación de la playa" y una tercera, por haber cerrado la playa. Y es que el acceso al Caletón Blanco incluso se valló, lo cual supone una "interrupción de los accesos públicos", que también aparece sancionada en el Reglamento.
Basándose en ese mismo Reglamento, la Benemérita ha tramitado otras 5 denuncias a "entidades privadas que aportaron la logística" a la fiesta. Se trata concretamente de 4 empresas, la encargada de los baños portátiles, la compañía que puso la zona de bar, una empresa de imagen y sonido y una cuarta que fue denunciada dos veces, una por haber colocado el escenario y otra por "meter el camión" para el montaje y desmontaje de ese escenario y de los equipos de imagen y sonido que había sobre él. También en este caso, las empresas habrían cometido infracciones graves.
El permiso se pidió, pero "sin tiempo material" para tramitarlo
Aunque el problema subyacente en todas estas denuncias es que el evento carecía de la autorización de Costas, el Ayuntamiento sí pidió los permisos. Pero no con el tiempo suficiente. La Guardia Civil ha indicado a La Voz que la Alcaldía "tramitó tarde" esos permisos. Concretamente, Haría entregó la documentación necesaria para esa autorización el miércoles día 17 de agosto, cuando semanas antes ya se había anunciado que la Fiesta de La Pamela se celebraría el viernes día 19. Así, el permiso "ni se lo dieron ni se lo denegaron", porque no hubo "tiempo material" para ello, incide la Benemérita.
Para la Guardia Civil, la "competencia" en la zona "está clara" y "si no hay informe" de Costas "no se puede realizar ningún evento". En este sentido, el cuerpo policial apunta que "ni siquiera" podría considerarse concedido el permiso por silencio administrativo, pues para los supuestos en que la ley contempla esa posibilidad existen unos plazos y, en todos los casos, son bastante superiores a los dos días.
El Ayuntamiento alega que no se les ordenó "paralizarla"
El alcalde de Haría, sin embargo, aunque admite que esa autorización no se pidió "en tiempo y forma", alega que no recibieron "ninguna notificación de paralización" y por eso decidieron seguir adelante. "A día de hoy, no he recibido ninguna notificación ni de Costas, ni del Seprona ni de nadie", ha subrayado. Marciano Acuña lo ha explicado este jueves en Radio Lanzarote-Onda Cero, en una intervención en la que también ha asegurado que el Ayuntamiento no ha sido notificado aún de ninguna de esas denuncias.
Acuña ha incidido especialmente en que, a pesar de que ésta era la décima edición de la fiesta, ésta era "la primera vez" que se organizaba bajo la responsabilidad de su equipo de Gobierno y era también "la primera vez" que el Ayuntamiento "solicita formalmente a Costas la autorización". "No en tiempo y forma, pero sí lo hicimos", ha recalcado.
"Costas nos dijo que no les daba tiempo a solicitar a Política Territorial del Gobierno de Canarias los informes sectoriales. En ese momento, lo que hicimos fue solicitar nosotros al Cabildo de Lanzarote, que es quien tiene la potestad de informar sobre esa zona, si hay algún impedimento medioambiental, como que estemos en una zona protegida o que vayamos a invadir un espacio ZEPA", ha explicado el alcalde de Haría. Acuña ha señalado que, tras esa consulta, el Consistorio norteño recibió "informe favorable de Medio Ambiente" del Cabildo, al no haber "ninguna afectación de espacio protegido en la zona".
Paralelamente, ha explicado, el Seprona realizaba "sus investigaciones", pero no les entregó "ninguna notificación de paralización". Así, el alcalde argumenta que "si el Seprona entendiera que allí se iba a cometer un delito, habría clausurado la fiesta directamente", pero "no lo hizo". "Yo entendía que era peor la suspensión, porque había mucha gente que iba a subir y demás, y decidí seguir adelante con el evento", ha agregado Acuña, que ha insistido en que el Ayuntamiento no recibió "ninguna notificación" ni "ninguna advertencia sobre esa fiesta".
Así, el alcalde ha afirmado que en el Consistorio están "tranquilos". "La mayor tranquilidad es que estábamos en un espacio en el que no se invadía ninguna zona de protección, eso es muy importante y así nos lo certifica el Cabildo". Además, el alcalde ha defendido que el Ayuntamiento "extremó" los "medios de seguridad" para el evento. "Pedimos protección también a Teguise y, sobre todo, también la limpieza, tuvimos un batallón de limpieza después de que terminara a las 4 de la mañana, 15 personas y medios mecánicos y demás. Se dejó esa zona que tanto queremos y nos gusta impoluta, como la habíamos encontrado".