La "gamberrada" que el pasado domingo hizo activar el protocolo de seguridad en el aeropuerto de Lanzarote, ante un supuesto aviso de bomba en un avión, podría salirle cara a su autor. La Guardia Civil ha abierto una investigación para localizarle, ya que recuerda que lo sucedido constituye un delito penal.
Los hechos ocurrieron sobre las 21 horas del domingo, cuando en un avión de Thomas Cook procedente de Inglaterra apareció un mensaje escrito en el baño, con la palabra "boom" y una hora, las 22,31. Inicialmente informaron de que el mensaje se encontraba en el espejo, pero desde la Guardia Civil precisan ahora que estaba escrito en una pared del servicio, detrás de la puerta.
Tras inspeccionar el avión, en un dispositivo que duró cerca de hora y media y que retrasó la salida de éste y de otros vuelos, los agentes concluyeron que no había rastro de explosivos y que se había tratado de un aviso falso. Sin embargo, esto no dio por terminada la operación y ahora intentan localizar al responsable de estos hechos.
Penado con cárcel
El delito en el que pudo incurrir el autor de este mensaje está tipificado en el artículo 561 del Código Penal, que establece que "el que, con ánimo de atentar contra la paz pública, afirme falsamente la existencia de aparatos explosivos u otros que puedan causar el mismo efecto, o de sustancias químicas, biológicas o tóxicas que puedan causar daño a la salud, será castigado con la pena de prisión de seis meses a un año o multa de 12 a 24 meses, atendida la alarma o alteración del orden efectivamente producida".
Cuando se encontró el mensaje, estaba a punto de realizarse el embarque y ya estaban cargándose las maletas en el avión. Desde la Guardia Civil creen que el autor es un pasajero del vuelo anterior, que llegó a la isla desde Inglaterra. "Barajamos una lista de posibles sospechosos", han señalado a La Voz desde la Guardia Civil, que no ha querido desvelar más detalles para no entorpecer la investigación.
"Aunque se tratara sólo de una falta, el autor sería detenido, pero es que además estamos hablando de un posible delito penal", subrayan. Además, han querido hacer hincapié en este hecho, para evitar que se repitan este tipo de episodios de la mano de un posible "efecto llamada" a otros potenciales "gamberros". "Éste es un tema muy serio y está castigado con penas de prisión", insisten.
Precedentes
Aunque en Lanzarote no se recuerdan precedentes recientes de avisos de bomba en el aeropuerto, en Canarias sí se han vivido episodios similares. En el último caso registrado en un aeropuerto canario, la Guardia Civil terminó localizando al autor del falso aviso de bomba.
Al parecer, todo comenzó cuando una pareja iba a embarcar y a uno de ellos se le denegó el embarque por problemas en la documentación. Tras lo sucedido, supuestamente hizo una llamada en la que dio un falso aviso de bomba, para intentar impedir el despegue del vuelo.
Al igual que ha sucedido ahora en Lanzarote, en ese momento se activó el protocolo relativo a las amenazas de explosivos en aeronaves. Y ese caso, se localizó al supuesto autor de la llamada.