La finca piloto de la cooperativa Re+Flota, ha sufrido, por segunda vez en los últimos 30 días, un nuevo caso de vandalismo. En esta ocasión, el pasado martes, 10 de enero, se notificó la sustracción de la instalación y contador de agua agrícola, situados a la entrada de la finca.
Por su parte, el incidente anterior ocurrió el 20 de diciembre de 2022, y tuvo como consecuencia la tala de doce tuneras adultas.
Isidro Pérez, técnico responsable de este proyecto cooperativo, ha explicado que más allá del coste económico de los destrozos sufridos, que desde la cooperativa valoran en unos 1.000 euros, la principal consecuencia es la "indefensión e impotencia" que se siente ante este tipo de comportamientos, "de los que se desconoce su motivación".
Los hechos ya han sido denunciados ante la Policía Local de Tías, término municipal donde se encuentra ubicada la finca, y sus propietarios están a la espera de que las autoridades concluyan algo.
En ese sentido, desde el propio cuerpo han asegurado que se va a intensificar la vigilancia en la zona "a fin de evitar que estos hechos se continuen repitiendo".