El pequeño Domingo ha abandonado durante el mediodía de este jueves la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de Las Palmas. A pesar de haber sufrido una recaída el pasado martes, la noche del miércoles los médicos volvieron a despertar a Domingo del coma inducido en el que se encontraba para estudiar su reacción. Al parecer, ésta ha sido positiva ya que el estado del niño es consciente, y ha podido reconocer a sus familiares.
"Lo de hoy ha sido un bombazo, hemos llorado de alegría", aseguraba la abuela de Domingo, Tami Maldonado, horas después de que el niño abandonara la UVI. "Está muy débil y decaído, pero estable". Los médicos aconsejan a la familia mucha "paciencia y tranquilidad", aunque no puedan evitar emocionarse al oir hablar a Domingo. "Dice 'papi' y 'mami', muy bajito, y la mano derecha no puede moverla", añade su abuela.
"Es una buena noticia para todos, primero para la familia, y después para nosotros, que estamos muy contentos de que el crío comience ya a salir de todo esto", ha afirmado la concejal de Seguridad de Teguise, Rita Hernández. Una buena noticia que llega justo dos días después de la recaída que sufrió el niño, cuando el pasado martes le subió la presión cerebral y los médicos tuvieron que volver a dormirle, según explicó a este medio la abuela del menor.
De momento, Domingo continuará ingresado en el Hospital de Las Palmas, aunque fuera ya de la Unidad de Cuidados Intensivos.
Visita consistorial
El pasado martes Domingo recibió la visita del alcalde de Teguise, Juan Pedro Hernández, y de la edil de Seguridad Ciudadana, Rita Hernández. Los dos se trasladaron hasta Las Palmas sobre las cuatro de la tarde para interesarse por el estado del pequeño.
El Ayuntamiento podría enfrentarse a una demanda por daños y perjuicios. De momento, la familia parece dispuesta a interponerla, al entender que la fuente en la que se produjo el accidente estaba en mal estado cuando el plato superior cayó sobre el niño. "El alcalde dice que no tenía noticia de que estuviera en mal estado", ha explicado Tami, abuela del niño. "Pero yo creo que un niño de veinte kilos no tiene fuerza para mover casi 400 kilos". Por su parte, Juan Pedro Hernándezse ha comprometido a ayudar a la familia en todo lo que sea necesario, pero niega que el Ayuntamiento haya tenido responsabilidad alguna en este suceso.