Culpable de asesinato, con los agravantes de ensañamiento y alevosía. Ése ha sido el veredicto que este viernes ha emitido el jurado popular contra Youssef Anzaha, por el crimen del empresario lanzaroteño Benjamín Santana el 6 de octubre de 2009. Santana fue hallado muerto en su vivienda de Playa Blanca, donde fue apuñalado en 15 ocasiones. El jurado popular ha emitido su veredicto por unanimidad, aceptando íntegramente los cargos presentados por la Fiscalía.
Ahora, el juez deberá dictar la sentencia e imponer la pena al acusado. Y tras haberse considerado probado el delito de asesinato con los dos agravantes, la condena será de entre 20 y 25 años de cárcel.
Durante el juicio, que se ha celebrado entre el martes y el jueves de esta semana en la Audiencia Provincial de Las Palmas, el fiscal Ignacio Stampa llegó a asegurar que Santana había sido "degollado como un cordero". Por ello, mantuvo la petición de 23 años de cárcel para el acusado, al que también le reclama 54.000 euros de indemnización para los herederos de la víctima. Por su parte, la acusación particular solicitaba 25 años de prisión.
Youssef Anzaha intentó defender su inocencia durante el juicio, pero no pudo explicar por qué sus huellas fueron encontradas en el escenario del crimen, donde él mismo insistió en que no había estado nunca, y tampoco pudo sostener una coartada. Lo que sí reconoció es que conocía a Benjamín Santana y que éste le había prestado 300 euros. Según sostiene la Guardia Civil, una discusión por esta deuda pudo ser el móvil de este crimen.
Anzaha fue detenido dos días después de la muerte de Benjamín Santana y fue enviado a prisión provisional. Según la Guardia Civil, varios testigos le vieron hablando con la víctima media hora antes de su muerte, en un restaurante de Playa Blanca donde el acusado trabajaba como vigilante jurado. El ADN de Anzaha fue encontrado en el escenario del crimen. Además, en un principio se encontraron sólo cinco coincidencias digitales en las huellas, pero posteriormente se realizaron análisis más exhaustivos que revelaron 14 similitudes.
El crimen
Benjamín Santana Cabrera era un conocido empresario y vecino de Playa Blanca. Su padre, Salvador Santana, ya fallecido, era considerado el pionero del turismo en el municipio, al abrir con su nombre el primer restaurante de la zona. Tanto Benjamín como sus hermanos tomaron después el relevo al frente de los negocios, aunque en los últimos años se habían ido retirando de la actividad empresarial.
Un gran número de vecinos de Playa Blanca, así como empresarios y personajes destacados de la isla acudieron al entierro de Santana para acompañar a la familia tras una tragedia que conmocionó a toda la isla.